Londres, 1 mar (.).- El grupo indio Tata Motors (NS:TAMO), propietario de Jaguar Land Rover (JLR), ha pedido más de 500 millones de libras (567 millones de euros) de ayuda gubernamental para una nueva fábrica de baterías en el Reino Unido, antes de decidir si fijará esa instalación en este país o en España, señala este miércoles el diario Financial Times.
El rotativo subraya que la decisión será "fundamental" para el futuro de la industria británica del motor, pero Tata Motors ha dado al Ejecutivo "semanas" para que facilite el apoyo financiero, a través de becas y subsidios, según personas familiarizadas con este asunto.
El monto de la ayuda solicitada por Tata supera los 560 millones de euros necesarios para hacer frente a los costes de la energía y la financiación de proyectos de investigación.
La petición coincide con el apoyo del Ejecutivo británico a la transición de automóviles de gasolina y diésel a vehículos eléctricos a fin de reducir los gases contaminantes.
Una fuente del Gobierno británico dijo al Financial Times que las autoridades están comprometidas con el sector y agregó que "si las conversaciones van a alguna parte o no, depende de si se puede acordar una cantidad final".
La decisión de JLR de no adquirir baterías en el Reino Unido sería un duro golpe para el sector del motor británico y dañaría el atractivo internacional del país para los inversores, según el diario.
Tata está evaluando una asociación con el fabricante chino de baterías Envision que implicaría que el grupo asiático construyera y administrara una fábrica en Somerset, suroeste de Inglaterra, para facilitar la nueva gama de autos eléctricos de Jaguar Land Rover.
PJ Balaji, jefe de finanzas de Tata Motors, dijo el mes pasado que la compañía estaba considerando un sitio para fabricar baterías "en Europa".
En España, la alternativa europea de Tata, ya hay compromisos para construir plantas de baterías del fabricante de automóviles alemán Volkswagen (ETR:VOWG_p) y la empresa emergente Inobat, dice el Financial Times.
La producción de automóviles en el Reino Unido se redujo el año pasado a su nivel más bajo desde los pasados años 50.
Según el Financial Times, el Gobierno ha reservado 850 millones de libras (963 millones de euros) para atraer a los fabricantes de baterías al Reino Unido.