El viernes, Wells Fargo ajustó sus perspectivas sobre Adobe (NASDAQ:ADBE) y redujo el precio objetivo de las acciones del gigante del software de 690 dólares a 675 dólares. A pesar de la revisión a la baja, la firma mantuvo su calificación de sobreponderar la acción. El ajuste se produce tras las recientes revelaciones financieras de Adobe, que revelaron resultados mixtos, lo que podría afectar a la narrativa a corto plazo de la empresa.
Los resultados del primer trimestre de Adobe mostraron que sus ingresos recurrentes anuales (ARR) netos de nuevos medios digitales superaron las expectativas, con un superávit de 22 millones de dólares, lo que refleja un aumento del 5% trimestral y un crecimiento interanual del 14% en moneda constante.
Este crecimiento fue impulsado principalmente por un aumento del 12% en Creative Cloud ARR y un aumento del 23% en Document Cloud ARR, aunque el crecimiento de este último se mantuvo plano en comparación con el trimestre anterior.
Además, los ingresos por suscripciones a Digital Experience de Adobe aumentaron un 10% en moneda constante, lo que supone una ligera desaceleración respecto al crecimiento del 13% registrado en el trimestre anterior. La Adobe Experience Platform y las aplicaciones nativas de la empresa se han convertido en un negocio de más de 800 millones de dólares, con un crecimiento interanual superior al 60%.
La empresa también registró un margen operativo superior al previsto del 47,6%, frente al 46,7% esperado. El resultado fue un beneficio por acción (BPA) de 4,49 dólares, lo que supone un aumento del 18% interanual y supera en 0,10 dólares las estimaciones de Street.
Además, el informe indica que los nuevos ingresos netos por acción habrían crecido más de un 20% interanual en el primer trimestre si se hubieran tenido en cuenta los efectos de anteriores subidas de precios.
El análisis de Wells Fargo indica que, aunque Adobe se ha enfrentado a algunos retos en el cuarto trimestre y ahora en el primero, se espera un repunte en la segunda mitad del año a medida que surtan efecto los nuevos productos y las estrategias de precios.
Sin embargo, el actual panorama competitivo recuerda a la situación de hace unos años, lo que puede causar cierta inquietud entre los inversores y las partes interesadas.
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