CANBERRA - La Comisión Australiana de la Competencia y los Consumidores (ACCC) ha puesto el punto de mira en los gigantes de los supermercados Woolworths y Coles, examinando sus estrategias de precios para detectar posibles conductas engañosas. En medio de la escalada de los precios de los comestibles, la investigación de la ACCC se centra en determinar si los minoristas han incurrido en prácticas abusivas de precios y publicidad engañosa, examinando específicamente la exactitud de las etiquetas de precios "era/ahora" y las "ofertas especiales" que pueden no ser auténticas.
Las medidas de la ACCC apuntan a una iniciativa más amplia para garantizar que los consumidores reciban ofertas justas y precios transparentes. En caso de que la investigación descubra infracciones de la Ley Australiana del Consumidor (ACL), Woolworths y Coles podrían ser objeto de acciones legales. A la luz de estos acontecimientos, Woolworths ha afirmado públicamente su dedicación a la fijación de precios claros y honestos, reconociendo la importancia de cumplir las leyes de consumo.
Este énfasis en la integridad de los precios se produce en un momento en que los hogares se enfrentan a tensiones financieras debido al aumento del coste de la vida, siendo los gastos de alimentación un factor importante. El resultado de la investigación de la ACCC podría conducir a un mercado más competitivo y justo para los consumidores australianos.
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