Por Anna Valderrama
MADRID (Reuters) - El político y activista catalán Jordi Sànchez, en prisión preventiva desde hace un año, ha pedido al Gobierno español que presente nuevas propuestas para resolver la crisis territorial de la región, y dijo que sus compañeros independentistas no insistirán necesariamente en un referéndum inmediato, en una aparente concesión.
El expresidente de la Asamblea Nacional Catalana apeló directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha dicho que está abierto a un referéndum sobre un mayor autogobierno y ha prometido presentar planes detallados en el Congreso el 12 de diciembre.
"Le decimos a Pedro Sánchez: proponga lo que quiera, pero proponga algo", dijo Jordi Sànchez a Reuters la semana pasada, hablando desde detrás de un cristal en el centro penitenciario de Lledoners, cerca de Barcelona.
"Que abandone gestos y palabras vacuas para liderar con valentía política y honestidad personal caminos para solucionar la crisis política más importante desde la instauración de la democracia en España", añadió.
"Sin un referéndum la independencia no es legítima, estamos dispuestos a considerar opciones para empezar a dialogar que eventualmente nos lleven a ese objetivo".
Los separatistas catalanes habían insistido hasta ahora en que no pactarían una solución que no implicara un referéndum. La apertura política de Sánchez podría despejar el camino para un nuevo diálogo entre los gobiernos central y regional.
Parte de la entrevista con Jordi Sànchez, una de las voces más influyentes dentro del movimiento independentista catalán, se realizó mediante preguntas y respuestas escritas.
Sànchez salió elegido diputado autonómico catalán este año y fue candidato para convertirse en el líder de la región, pero posteriormente renunció después de que un juez le impidiera asistir a las sesiones parlamentarias.
Madrid impuso el control directo sobre Cataluña en octubre de 2017 después de que declarara su independencia basándose en un referéndum que los tribunales españoles declararon inconstitucional.
Jordi Sànchez y otros ocho políticos catalanes fueron enviados a prisión preventiva sin fianza por su papel en el proceso de secesión, y siguen encarcelados a la espera de juicio ante el Tribunal Supremo por cargos que incluyen rebelión y malversación de fondos públicos.
"TARDE O TEMPRANO"
El presidente Pedro Sánchez ha ofrecido diálogo a Cataluña tras sustituir en junio a Mariano Rajoy en La Moncloa después de una moción de censura, pero se opone a la independencia de una región que representa una quinta parte del PIB de la cuarta mayor economía de la zona euro.
Las tensiones sobre Cataluña son uno de los problemas más espinosos a los que se enfrenta el presidente del Gobierno, que controla menos de una cuarta parte de los escaños del Congreso.
Los controles financieros impuestos por Rajoy en la fuertemente endeudada región después de la declaración de independencia se levantaron en junio, y el nuevo Gobierno socialista aceptó trasladar a Lledoners a los líderes encarcelados, entre ellos Jordi Sànchez, desde prisiones de Madrid, situadas a cientos de kilómetros de sus familias.
Sus seguidores colgaron la bandera independentista y los lazos amarillos que simbolizan su causa frente al centro de detención.
Sànchez se mostró convencido de que no tendría un juicio justo en España, pero dijo no arrepentirse y se mantuvo firme a favor de un Estado catalán independiente.
Si los catalanes votaran en contra de la independencia, Sànchez dijo que él y sus aliados se comprometían a suspender su campaña durante un tiempo. Si votaban a favor, los ciudadanos del nuevo Estado podrían tener doble nacionalidad, y el castellano, además del catalán, podría seguir siendo su lengua oficial, añadió.
"La historia muestra que todo es imposible hasta que deja de serlo", dijo Jordi Sànchez. "(El referéndum) llegará tarde o temprano".
(Escrito por Isla Binnie; Editado por Andrew Heavens y Andrew Roche (SIX:ROG); Traducido por Blanca Rodríguez)