BRUSELAS, 9 dic (Reuters) - La cumbre de la Unión Europea con sus países vecinos del este confirmará el apoyo del bloque a Georgia, Moldavia y Ucrania en sus intentos de acercamiento, si bien no hará ninguna promesa de futura adhesión a la UE, según un borrador de declaración final.
Ensombrecida en parte por la crisis migratoria con Bielorrusia, la cumbre de la UE del 15 de diciembre reunirá a Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Moldavia y Ucrania, y es probable que Minsk esté representada con una bandera bielorrusa y una silla vacía, según los diplomáticos.
Las antiguas repúblicas soviéticas de Georgia, Moldavia y Ucrania aspiran a entrar algún día en la UE y consolidar su alejamiento de la órbita rusa. En julio, el trío firmó una declaración conjunta para trabajar juntos en la integración en el bloque.
Extractos de un borrador que se está debatiendo para la cumbre de la próxima semana, a los que ha tenido acceso Reuters, muestran que la UE "reconocerá las aspiraciones europeas y la elección europea de los socios en cuestión".
Ese es el mismo lenguaje utilizado en la última declaración final de la cumbre de la cumbre "Asociación Oriental" celebrada en 2017, a pesar de la determinación de Georgia, Moldavia y Ucrania de acelerar las reformas de la economía de mercado y unirse al bloque. Georgia y Ucrania también aspiran a unirse algún día a la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos, aunque sus respectivos conflictos territoriales con Rusia lo complican.
En un entorno de creciente hostilidad política a la inmigración, el bloque se muestra reacio a la ampliación de sus miembros, a pesar del éxito en los años 90 de un programa que transformó a antiguos países comunistas, como los Estados bálticos, en miembros de la UE.
INTEGRACIÓN ECONÓMICA
Los seis Estados balcánicos -Serbia, Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Albania y Macedonia del Norte- tienen una "perspectiva" europea formal, código de la UE para referirse a la posible adhesión al mayor bloque comercial del mundo, aunque el proceso está en gran medida estancado.
A los países de la Asociación Oriental, la UE les ofrece dinero, asistencia técnica y un amplio acceso a su mercado, tras haber cerrado acuerdos de libre comercio con Tiflis, Chisináu y Kiev, a cambio de que adopten las normas democráticas, administrativas y económicas de la UE.
Es probable que la cumbre concluya que esos acuerdos de libre comercio "permiten acelerar la asociación política y la integración económica con la Unión Europea".
A pesar de la falta de promesas de la UE, el primer ministro ucraniano, Denys Shmygal, declaró a Reuters en Bruselas la semana pasada que los pasos dados hacia la integración preocupan a Moscú, en referencia a una campaña rusa para romper la campaña de Ucrania por la adhesión al bloque.
Moscú rechaza estas acusaciones.
El borrador de declaración de la cumbre también deja abierta la posibilidad de mejorar los lazos en el futuro con Bielorrusia, "tan pronto como se den las condiciones necesarias para una transición democrática pacífica".
Occidente y la oposición bielorrusa acusan al presidente del país, Alexander Lukashenko, de amañar las elecciones de agosto de 2020 para mantenerse en el poder, así como de enviar a los inmigrantes de Oriente Próximo a la frontera polaca en un "ataque híbrido" para intentar desestabilizar a la UE.
Lukashenko dice que las sanciones de los países occidentales son un ataque a su país y niega haber actuado mal.
(Reporte de Robin Emmott; edición de Alex Richardson; traducción de Darío Fernández)