Por Nidal al-Mughrabi
GAZA, 6 nov (Reuters) - Tras rechazar las peticiones de alto el fuego, Israel se verá sometido el lunes a una presión constante para evitar víctimas civiles durante su asalto a Gaza, mientras una ofensiva diplomática estadounidense en la región trata de reducir los riesgos de escalada del conflicto.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tenía previsto reunirse el lunes en Ankara con el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, horas después de que cientos de personas que participaban en una protesta propalestina intentaran asaltar una base aérea que alberga tropas estadounidenses en el sur de Turquía.
Blinken realizó el domingo una visita no anunciada a Cisjordania para reunirse con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, quien se sumó a los llamamientos internacionales para un alto el fuego inmediato.
Autoridades sanitarias de Gaza, controlada por Hamás, dijeron que más de 9.770 palestinos han muerto en la guerra, que comenzó cuando Hamás lanzó un ataque sorpresa contra el sur de Israel hace un mes, en el que murieron 1.400 personas y más de 240 fueron tomadas como rehenes.
Blinken repitió la preocupación de Estados Unidos de que un alto el fuego pudiera ayudar a Hamás, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu lo descartó a menos que se liberara a los rehenes en poder de Hamás.
"No habrá alto el fuego sin la devolución de los rehenes. Esto debería eliminarse por completo del léxico", dijo Netanyahu.
El ejército israelí dijo el domingo que había rodeado la ciudad de Gaza, en el extremo norte del enclave. La agencia de noticias palestina WAFA había informado de "bombardeos sin precedentes" por parte de Israel, mientras que el proveedor de telecomunicaciones Paltel informó de otro corte de las comunicaciones y los servicios de internet.
Según Israel, 31 soldados han muerto desde que el 27 de octubre comenzó a ampliar sus operaciones terrestres en Gaza, luchando contra miles de combatientes de Hamás que creen poder contener el avance israelí en una madriguera de túneles bajo el enclave.
Un portavoz del ejército israelí dijo a CNN a última hora del domingo que los bombardeos en el norte de Gaza se detuvieron durante varias horas durante dos días seguidos para permitir a los civiles un paso seguro para desplazarse al sur de la estrecha franja costera.
"No solo les estamos diciendo adónde ir, sino que también estamos ayudando y creando condiciones humanitarias mucho mejores en el sur", dijo el teniente coronel Jonathan Conricus, sin indicar si esas pausas continuarían.
Conricus dijo que había acceso a agua y bienes humanitarios en el sur de Gaza, pero que Hamás estaba impidiendo el paso de los convoyes disparando contra ellos. Reuters no pudo verificar inmediatamente su versión.
El director de la CIA estadounidense, William Burns, también tenía previsto visitar Israel el lunes para hablar sobre la guerra y los servicios de inteligencia con altos cargos, informó el New York Times. Burns también hará escala en otros países de Oriente Próximo para hablar de la situación de Gaza, dijo un responsable estadounidense anónimo según el Times.
La CIA no respondió a la petición de Reuters de hacer comentarios.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, habló el domingo con el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, y "reiteró su férreo compromiso con el derecho de Israel a defenderse y subrayó la importancia tanto de proteger a los civiles como de prestar ayuda humanitaria", dijo el Pentágono.
Austin "reafirmó el compromiso de Estados Unidos de disuadir a cualquier Estado o actor no estatal que intente escalar este conflicto".
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, llamará a los dirigentes extranjeros en la jornada del lunes para discutir el conflicto y avanzar en los esfuerzos de la administración para aumentar el flujo de ayuda humanitaria a los civiles en Gaza, dijo su oficina.
Las fuerzas aéreas jordanas lanzaron ayuda médica urgente al hospital de campaña jordano en Gaza a primera hora del lunes, según un mensaje en X, antiguo Twitter (NYSE:TWTR), del rey de Jordania e informes de medios de comunicación estatales.
El Mando Central de Estados Unidos, que cubre Oriente Próximo, informó en X de la llegada a la región de un submarino nuclear de misiles de clase Ohio, un inusual anuncio público de la posición de un submarino nuclear que algunos analistas consideraron un mensaje a Irán.
"CARNE DESGARRADA"
La gente busca víctimas o supervivientes en el campo de refugiados de Maghazi, en Gaza, donde, según el Ministerio de Sanidad del enclave gobernado por Hamás, las fuerzas israelíes habían matado al menos a 47 personas en ataques a primera hora del domingo.
"Durante toda la noche yo y los demás hombres estuvimos intentando recoger a los muertos de entre los escombros. Encontramos niños, carne desmembrada y desgarrada", dijo Saeed al-Nejma, de 53 años.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés), a las que se pidieron comentarios, dijeron que estaban recabando detalles.
En otro ataque murieron 21 palestinos de una misma familia, según el Ministerio de Sanidad. Las IDF declinaron hacer comentarios.
Reuters no pudo verificar de forma independiente estas versiones.
"Exigimos que dejen de cometer estos crímenes inmediatamente", dijo Abbas a Blinken, instando a Israel a un "alto el fuego inmediato".
Los palestinos se enfrentan a una guerra de "genocidio y destrucción", según la agencia de noticias WAFA.
Las tensiones aumentaron con Líbano después de que un ataque israelí contra un coche en el sur del país matara a tres niños y a su abuela, según informaron las autoridades libanesas.
El portavoz militar jefe de Israel dijo que el ejército había atacado "objetivos terroristas de Hezbolá en el sur de Líbano" en respuesta a un ataque con misiles contra tanques que mató a un ciudadano israelí.
Hezbolá respondió disparando cohetes contra la ciudad de Kiryat Shmona, en el norte de Israel. El grupo afirmó que nunca toleraría ataques contra civiles y que su respuesta sería "firme y contundente".
(Reportes de Nidal al-Mughrabi en Gaza, Ali Sawafta y Simon Lewis en Ramala, Dan Williams en Jerusalén y Costas Pitas en Los Ángeles. Redacción de David Lawder en Washington. Edición de Lincoln Feast y Simon Cameron-Moore; Editado en español por Flora Gómez)