Por Ian Ransom
25 abr (Reuters) - Para el equipo neozelandés de gimnasia en trampolín, los Juegos Olímpicos de París serán un trabajo de amor.
Dylan Schmidt y Maddie Davidson fueron compañeros de equipo olímpico en Tokio, pero regresan a los Juegos como pareja en busca de medallas y de inspiración mutua.
En una carrera llena de altibajos, Schmidt, ex campeón del mundo, se convirtió en el primer medallista olímpico neozelandés en gimnasia, al ganar a los 27 años un bronce en los Juegos de Tokio.
Schmidt competirá por tercera vez en unos Juegos Olímpicos en la "Ciudad del Amor" y animará a su Davidson, de 25 años, que se convirtió en la primera gimnasta neozelandesa en clasificar para la prueba femenina en Tokio.
Aunque Schmidt y Davidson pueden intercambiar ideas como trampolinistas de élite, ambos son conscientes de la necesidad de mantener una sana separación entre el deporte y su vida privada.
"No es el primer tema que sale a relucir cuando salimos a cenar", explica Schmidt a Reuters. "Solemos dejar los consejos a nuestros entrenadores".
Mantener la distancia profesional no es tan difícil como parece, dado que ambos entrenan en extremos opuestos de Nueva Zelanda. Schmidt reside en Auckland, la metrópolis de la Isla Norte, mientras que Davidson lo hace en Christchurch, en la Isla Sur. Intentan ponerse al día cada dos semanas.
Los romances entre deportistas suelen forjarse en el hervidero de la competición, y París encenderá sin duda la chispa de varias relaciones futuras.
Megan Rapinoe, icono del fútbol femenino estadounidense, conoció a su pareja Sue Bird, exjugadora de baloncesto, en una sesión de fotos del equipo para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y ambas clasificaron para Tokio como pareja.
Los jugadores australianos de rugby seven Charlotte Caslick y Lewis Holland también compitieron como pareja en Tokio.
(Reporte de Ian Ransom en Melbourne; Editado en español por Héctor Espinoza)