Por Sabine Siebold
BERLÍN, 7 dic (Reuters) - Los 25 sospechosos detenidos el miércoles en Alemania por supuesta conspiración para derrocar al Estado suscribían una mezcla de teorías conspirativas, entre ellas las ideologías Reichsbuerger y QAnon, según las autoridades.
NÚMEROS Y ESTRUCTURA DEL MOVIMIENTO REICHSBUERGER
El servicio de inteligencia nacional alemán Verfassungsschutz puso al movimiento Reichsbuerger bajo observación en 2016, poco después de que uno de sus miembros mató a tiros a un policía durante una redada en su casa.
La operación policial se había puesto en marcha para incautar armas de caza y deportivas, que las autoridades consideraron que no debería poseer como miembro del grupo.
En la actualidad, la Verfassungsschutz -la inteligencia policial- calcula en unas 21.000 personas las que pertenecen a los Reichsbuerger, de las que alrededor del 5%, es decir, unas 1.150, son consideradas extremistas de extrema derecha.
Unos 2.100 Reichsbuerger están dispuestos a usar la violencia para alcanzar sus objetivos, según el informe anual 2021 de la agencia.
El movimiento opera principalmente en grupos muy pequeños y redes virtuales, pero también está formado por individuos sin adscripción a ninguna estructura, según la Verfassungsschutz.
Recientemente, el movimiento se ha visto alimentado por un creciente número de manifestantes contra las restricciones por el COVID que se han unido a sus filas.
CREENCIAS DE LOS REICHSBUERGER
Los miembros de los Reichsbuerger (Ciudadanos del Reich) no reconocen a la Alemania actual como un Estado legítimo. Algunos de ellos son devotos del imperio alemán bajo una monarquía, otros son partidarios de las ideas nazis y algunos creen que Alemania sigue bajo ocupación militar.
Están convencidos de que Alemania está gobernada por un "Estado profundo".
Muchos miembros rechazan los pasaportes alemanes por no ser válidos y obstruyen los actos administrativos, buscando el enfrentamiento con las autoridades, a veces utilizando la fuerza, como un sospechoso que disparó con una ballesta a la policía que se disponía a registrar su casa en 2021.
Algunos Reichsbuerger exigen la entronización como nuevo emperador alemán del tataranieto de Guillermo II, quien fue obligado a abdicar en 1918 como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. El tataranieto no estaba entre los detenidos el miércoles.
Otros miembros del Reichsbuerger sostienen que Alemania sigue bajo ocupación militar. El líder de esa parte del movimiento fue detenido en 2021 tras dictar "sentencias de muerte" contra políticos y periodistas en Telegram, según la Verfassungsschutz.
SEGUIDORES DE LOS REICHSBUERGER
El máximo tribunal administrativo de Alemania destituyó en 2021 a un funcionario por formar parte del movimiento Reichsbuerger, argumentando que violaba la obligación de adherirse a la Constitución alemana.
El hombre había solicitado un pasaporte, nombrando su estado de nacimiento como el "Reino de Baviera" y haciendo referencia a una ley de ciudadanía de 1913, según el informe de Verfassungsschutz.
También ha habido intentos por parte de miembros de los Reichsbuerger de organizar clases alternativas en protesta por las restricciones contra el COVID en las escuelas, con el objetivo de usar libros de texto que datan de la época del Imperio Alemán.
En 2020, miembros de los Reichsbuerger también se encontraban entre los varios centenares de manifestantes que protestaban contra las medidas COVID y que rompieron las barreras policiales frente al edificio del Reichstag en Berlín, donde se encuentra el Parlamento federal, y sólo pudieron ser detenidos cuando llegaron a los escalones que conducen a la entrada.
POSESIÓN DE ARMAS
En un país donde la tenencia privada de armas de fuego es poco frecuente, las autoridades se han preocupado en particular por la inclinación de los Reichsbuerger hacia ellas y se han esmerado en despojar a sus miembros de sus armas.
Al menos 1.050 de ellos perdieron sus armas de esta forma hasta finales de 2021, según la Verfassungsschutz, y se cree que al menos otros 500 aún poseen licencias.
(Reporte de Sabine Siebold; Editado en español por Javier López de Lérida)