Los datos de empleo en Estados Unidos correspondientes a octubre, publicados el viernes, sorprendieron al alza después de unos datos preliminares conocidos el miércoles y jueves, de creación de empleo privado de la ADP y peticiones de subsidio al desempleo respectivamente, ambos en niveles inferiores a las estimaciones del consenso de expertos.
La tasa oficial de paro cayó una décima respecto del mes anterior, hasta el 5%, presentando la imagen de una economía robusta y a pleno rendimiento difícil de creer.
La Reserva Federal (Fed) habría comenzado a normalizar la política y a subir tipos en mayo de 2014, cuando el paro descendió por debajo del umbral establecido por Bernanke para hacerlo, en el 6,5%.
Según cifras del Gobierno de EE.UU., el paro dejó de ser un problema hace tiempo y la economía avanza hacia el pleno empleo. Recordemos que el Bureau of Labor Statistics ofrece distintos cálculos de evolución del empleo, la tasa oficial denominada U-3 es sencilla e increíblemente falaz, excluye a los parados de largo plazo, a los “desencantados”, incluye empleados a tiempo parcial…
La tasa U-6 es un dato de empleo más creíble y se obtiene utilizando métodos de cálculo realistas. La tasa de paro U-6 es casi el doble que la U-3, del 9,8%.
La Fed no parece del todo alegre con la flamante tasa en el 5% ni aún tiene claro si moverá tipos el próximo mes. Un vistazo a la evolución del empleo por edades pone de manifiesto problemas estructurales complejos, observemos de un vistazo el porqué.
De acuerdo con el gráfico anterior, cortesía de DShort, la distribución en la marcha de la fuerza laboral durante los últimos 15 años favorece enormemente a los mayores de 65 años frente al resto de tramos por edad, tanto femenino como masculino.
Los datos de empleo de octubre revelan que prácticamente todo el empleo creado en el mes recayó en el segmento de ciudadanos con 55 años y en adelante.
Sin empleo, la demanda de la población menor de 55 años está condenada al estancamiento, la demografía al envejecimiento y las deudas a la morosidad.
La deuda estudiantil en Estados Unidos es un asunto controvertido y supera el billón de dólares y se ha convertido en un dolor de cabeza para bancos y autoridades por la creciente morosidad. Extraigo algunos párrafos de otras entradas que he escrito sobre el mismo tema en mi blog:
- “…el proceso de desapalancamiento sigue su lento curso, con la excepción de la partida de créditos a estudiantes, tal como indicaba el escrito del pasado viernes.
- El pasado año creció superando el billón de dólares, hasta $1.08 billones, monto mayor que, por ejemplo, los $883.000 millones de deuda viva en tarjetas de crédito.
- No obstante, la morosidad es aún un problema generalizado e interconectado. Las tarjetas de crédito, más el crédito al consumo, hipotecario, de estudios… en total el endeudamiento de los particulares americanos ronda los $13.3 billones, más del 80% del PIB.
- La interconecxión es en muchos casos una triste realidad. La deuda contraída por estudiantes incide en su capacidad crediticia, especialmente necesaria para su emancipación y adquirir su primera vivienda.
- Los créditos a estudiantes detraen entre $400 y $600 mensuales de las cuentas de sus titulares, cantidades que reducen el disponible y la calidad de la demanda de crédito. Los bancos se ven obligados a restringir la concesión de nuevas hipotecas…
Tras 20 meses desde la publicación de los anteriores datos y con el crédito creciendo sin parar, el monto total del crédito a estudiantes asciende a 1.312 billones de dólares y el de tarjetas de crédito a 935.000 millones de dólares
Dada la economía actual basada en trabajos a tiempo parcial, bajos sueldos y escaso empleo, la fuerte deuda de los estudiantes es menos solvente, se arrastra por más tiempo y cuesta más atenderla.
Tanto padres como hijos de los deudores sufren las consecuencias, unos ayudando al pago y los otros recibiendo menos atenciones, y se están ajustando los cinturones al máximo tal como explica esta noticia.
El comportamiento del consumo y la demanda es frágil y no despunta como debería con el paro al 5%. De ahí, entre otros, que el Producto Interior Bruto (PIB) tampoco crezca fuerte, porque cerca de dos tercios es generado por el consumo.
El sector de comercio minorista -Retail- cotiza alrededor del 10% por debajo de los máximos alcanzados el pasado mes de marzo.
La Fed no ceja en su empeño de aparentar normalidad y aunque no puede normalizar la política monetaria y con al menos 18 meses de retraso, desde que en mayo del año pasado el paro cayó por debajo del umbral y entonces la Fed se declaró data dependiente, continúa avisando de cambios inminentes y normalización asegurada para la próxima reunión del Consejo.
La semana pasada varios consejeros del FOMC así lo hicieron saber, la señora Yellen advirtió ante el Comité de Servicios Financieros del Congreso el viernes pasado que subir tipos en diciembre es ahora una “live possibility” o posibilidad real.
Pero con el escenario anterior brevemente descrito, unido al estancamiento de los salarios, baja inflación y bajas expectativas inflacionistas y fortaleza del dólar, las posibilidades no parecen tan vivas.
Ciertamente, podría intentar un movimiento marginal de tipos, +0.25 puntos, para comprobar la respuesta de los agentes financieros y mercados.
Por el momento la data dependencia recomienda muy poco más.
Y la evolución del “Doctor Cobre” también recomienda poco más, de momento. Ayer cayó registrando nuevos mínimos anuales, no vistos desde verano de 2009, reflejando baja actividad industrial en el mundo.
Cobre
La caída del cobre avanza de acuerdo con nuestro escenario más probable comentado en anteriores ocasiones.
- “El Cobre registró mínimos de 6 años por una oleada de ventas originada, en parte, como consecuencia de no haber conseguido el esperado giro de tendencia cíclico y por el impacto técnico y proyecciones derivadas.
- El objetivo de caída estimado el 22 de junio, -20%, sigue vigente. La abrupta caída de ayer ya ha consumido casi la mitad del recorrido esperado.”
Los objetivos actualizados no se han alcanzado aún pero se encuentran próximos a la cotización actual y la presencia de divergencias alcistas invita a albergar cierto optimismo sobre su futuro, además de invitar al análisis y eventual desarrollo de estrategias al estilo, con gran potencial y riesgo controlado.
Una estrategia con “live possibilities” de generar rentabilidades de doble dígito y que esperamos poder compartir pronto con nuestros lectores (de pago).