Roma, 29 dic (.).- La entidad italiana Banca Popolare dell'Emilia Romagna (BPER), con una capitalización bursátil de 2.557 millones de euros, llegó hoy a un acuerdo con los sindicatos para renovar la plantilla, que prevé la salida de 1.700 personas y 850 contrataciones, informó en una nota.
El acuerdo prevé 550 nuevas contrataciones y las otras 300 restantes serán una estabilización de contratos de duración determinada.
El consejero delegado del banco, Piero Montani, consideró que el pacto permitirá fomentar una rotación generacional, al tiempo que la financiera continúa con su crecimiento en el país.
BPER acaba de realizar una oferta no vinculante al fondo italiano de protección de depósitos FITD -que se financia con la contribución de los bancos nacionales- para comprar el 88,3 % de Banca Carige, intervenido en 2019 por el Banco Central Europeo (BCE) por sus problemas financieros, al precio de un euro, propuesta que el fondo ha rechazado por considerarla inaceptable.
FITD posee el 80 % de banco Carige, tras rescatarlo a finales de 2019, y desde entonces ha estado buscando potenciales interesados en su compra.
La intención de BPER era hacerse con el 88,3 % a un euro y lanzar una oferta pública de adquisición (opa) obligatoria sobre el capital restante por una contraprestación de 0,80 euros por acción, incluida una prima del 29 % sobre el precio de cierre de las acciones de Carige del 13 de diciembre, día anterior a la presentación de la oferta.
BPER pedía además a FITD que hiciera una ampliación de capital de mil millones para que Carige pudiera cubrir los costes de la operación y reducir el riesgo de su cartera crediticia.
El Gobierno italiano ha extendido hasta junio de 2022 los incentivos fiscales para las fusiones entre bancos, con un techo de hasta los 500 millones de euros, con la intención de favorecer la integración del sector y que se refuerce frente a los competidores europeos.
BPER además se hizo a principios de este año con casi 500 sucursales de Intesa Sanpaolo (MI:ISP) y UBI Banca (MI:UBI) en el proceso de fusión de ambas, requisito al que Intesa Sanpaolo -primer banco de Italia por capitalización bursátil y activos- se comprometió para diluir su posición dominante tras la opa, que le exigían las autoridades reguladoras italianas.