Río de Janeiro, 31 ago (.).- La tasa de desempleo en Brasil cayó al 7,9 % de la población económicamente activa en el trimestre concluido en julio, su menor nivel en los últimos ocho años, informó este jueves el Gobierno.
El índice de paro cayó 0,6 puntos porcentuales respecto al trimestre inmediatamente anterior (febrero a abril de este año), cuando era del 8,5 %, y se redujo 1,2 puntos porcentuales frente al mismo trimestre del año anterior (9,1 %), según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
El desempleo no era tan bajo en Brasil desde febrero de 2015, antes de que el país sufriera una grave recesión que se prolongó durante dos años.
De acuerdo con el organismo, la mayor economía latinoamericana tenía 8,5 millones de desempleados en el trimestre concluido en julio, un 13,8 % menos comparado al mismo período de 2022 (9,9 millones) y en un 6,3 % menor al del trimestre inmediatamente anterior (9,1 millones).
Es decir que, en el último año, al menos 1,36 millones de brasileños abandonaron el contingente de desempleados.
Esa caída del número de desempleados obedeció principalmente a que el número de personas ocupadas aumentó un 1,3 % en el último año, hasta 99,3 millones en el trimestre concluido en julio, lo que significa que el país generó 1,3 millones de nuevos empleos en doce meses.
La mayoría de esos nuevos puestos de trabajo abiertos en el último año corresponde a empleos formales generados por el sector privado (1,2 millones). Ese aumento permitió que el número de brasileños contratados formalmente por empresas subiera un 3,4 % en el último año, hasta 37 millones.
De acuerdo con el estudio, el aumento del empleo formal también permitió que la tasa de informalidad entre los trabajadores brasileños cayera desde el 39,8 % en el trimestre concluido en julio de 2022 hasta el 39,1 % en el trimestre pasado.
Pese a la fuerte caída del desempleo en lo que va del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió en enero, los economistas prevén que la tasa puede volver a aumentar en los próximos meses debido a que el crecimiento económico esperado para 2023 es del 2,3 %, por debajo de la expansión del 2,90 % de 2022 y del 5 % alcanzada en 2021.
Para evitar que la desaceleración económica impacte en el mercado laboral y tras varias presiones del líder progresista, el Banco Central inició el mes pasado un proceso de reducción gradual de los intereses, que estaban en su mayor nivel en los últimos seis años.