La carrera a la baja del selectivo español tiene probablemente las horas contadas. No es una cuestión técnica, que sin duda razones las hay para pensarlo, sino que lo que predomina en el análisis es el diagnóstico fundamental del mismo.
Las ventas se producen en las últimas semanas por una cuestión de incertidumbre por el escenario político que pueda tomar España una vez pasadas las elecciones catalanas del próximo domingo.
Esta situación de indefinición por lo que pueda pasar hace que la mayoría de inversores tome posiciones bajistas o bien cierren posiciones ante inversiones previamente realizadas. No es baladí, por tanto, la repercusión que puede llegar a desencadenar el resultado de las urnas catalanas para tomar posiciones en los mercados, en este caso, obviamente, el español.
Personalmente, mi opinión al respecto es muy positiva de cara al próximo lunes. Ni todo será como agonizan las encuestas, ni cabrá lugar a realizar ninguna configuración política para desatender la unidad de lo que hoy es España y seguirá siendo.
Por tanto, el Ibex 35 retornará a tomar posiciones de forma escalonada hacia niveles a los 11.000 puntos en las próximas semanas. Bravo por aquellos que apuesten alcistas y dejen correr sus posiciones.