De la conversación mantenida con el director de venta de una sociedad de Bolsa:
Cuarenta años después, cuarenta años de experiencia en los mercados valen, entre otras cosas, para sonrojarse y sentir vergüenza ajena ante comentarios, reflexiones y sentencias que leemos, escuchamos y vemos todos los días en los medios de comunicación. Uno de ellos, ahora muy de moda, es el de valores o activos refugio frente a la caída a plomo de la Bolsa.
¿Oro? ¿Bonos? Repasen el comportamiento del oro en los dos últimos años y verán lo que tiene de refugio ¿Bonos? Ni son renta ni son fija. Pero la gente no aprende. Los bonos se moverán con violencia cuando las condiciones económicas globales mejoren y, como siempre, pillarán a muchos en pelotas.
¿Bolsa? Ya saben lo que pasa de manera secular ¿Dinero en el banco? Depende de las fortalezas de ese banco ¿Depósitos? Allá cada cual si quiere rentabilidad negativa y pagarle aún más al banco depositante.
La clave, que nadie quiere ver, es que hay que acostumbrarse a vivir con la Incertidumbre, con la Volatilidad, con el Miedo. Tan pronto sale el sol en los mercados, como aparecen nubes negras cargas de plomo.
Las Tormentas se han diluido, en intensidad y profundidad, pero siguen amenazando y, en cualquier momento, siempre cuando nadie lo espere, pueden aparecer
En China, las cosas pintan peor de lo que pensamos, leemos y nos hacen creer. En Japón llevan más de veinte años con la maquinaria oxidada. Han gastado trillones de yenes, que seguimos sin saber quién o quienes los han engullido.
En EE.UU. ya todos hablamos de ¿un nuevo QE? a la vez que alertamos de la desmesura, de los desmanes que está cometiendo Yellen como antes lo hicieron Bernanke y Greenspan, a la hora de darle a la manivela de la máquina de hacer dinero.
¿Europa? ¡Ay Europa! Norte contra Sur, Este contra Oeste: pobreza y miseria en unos países más que en otros. Y la economía varada ¿Inquieta Alemania? Peor lo tienen Francia e Italia, con el contagio a España. También crece la preocupación recurrente sobre Grecia ¿Portugal? desguazada.
Muchos clientes, así, llegan a nuestras oficinas con la misma pregunta ¿Qué hacer ante una nueva Tormenta? ¿Cuál es el mejor refugio? La respuesta: “no lo sabemos, porque no hay refugios.
Paciencia, como la del Santo Job. Esa es la clave de ayer, de hoy y de mañana ¿Ganar dinero? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuánto? No, olvidemos estas preguntas. La clave para los próximos meses es no perder dinero.
Volverán, de manera recurrente, el miedo y el pánico, la euforia y la borrachera. Nadie estamos a salvo, nadie estamos inmunizados ante el resurgir de la volatilidad.
Los bancos centrales siguen llevando la manija para que los Estados, las familias y los individuos sigan con el desapalancamiento, eliminando las grasas del exceso de deudas contraídas.
Las empresas refinancian créditos, pero sólo las más grandes lo hacen a tipos competitivo. Una época de Represión Financiera como la actual no tiene precedentes en la Historia reciente. Los Estados volverán a poner más impuestos a las transacciones bancarias, además de las tasas que ya te cobran los bancos.
Volverán a poner impuestos a los movimientos de capital (cheques, transferencias, internet...) y marcarán con hierro candente cualquier actuación en Bolsa siempre que ésta redunde en beneficio del inversor, ahorrador o especulador.
Si hay pérdidas, que las asuma el que invierte, ahorra o especula. Nadie estamos inmunizados ante una Represión tan brutal. Y menos los que tienen dinero.