¡ Ay! el octubre de los miedos. Cuando aparece el término volatilidad el inversor lo asocia con riesgo, cuando no siempre es así. Y lo contrario: la caída de la volatilidad sugiere calma y tranquilidad alcista en los mercados, lo que también es falso.
Con la economía de EE.UU. mejorando y los menores riesgos geopolíticos, la volatilidad del mercado de valores se ha mantenido cerca de sus mínimos históricos.
En este entorno, las correlaciones entre las acciones han sido relativamente baja ya que los inversores buscan oportunidades individuales frente a las estrategias de indexación.
Cuando las correlaciones son bajas, las acciones tienden a moverse de forma independiente las unas de las otras. Durante los períodos de crisis y alta volatilidad del mercado de valores, las correlaciones entre las acciones aumentan.
David Kelly, de JP Morgan Funds, publicó recientemente una investigación de mercado trimestral, que incluye un gráfico muy útil para rastrear la volatilidad del mercado de valores y las correlaciones entre las acciones desde la Gran Depresión.
Un gráfico de los episodios de baja volatilidad y sus consecuencias
Mientras Janet Yellen está ignorando la posibilidad de la inflación y minusvalorando la baja volatilidad como indicativo de complacencia, Goldman está un poco más preocupado.
La ralentización de la económica y la baja volatilidad del mercado de activos este año, desde los niveles ya bajos de 2013 ha sido notable, y esto, como afirma Markus Brunnermeier, significa que "todo el sistema es más propenso a una crisis financiera cuando la volatilidad medida es baja, ya que tiende a provocar una acumulación de riesgos en el fondo - la llamada "paradoja de la volatilidad".
“En general, las muy bajas primas de riesgo de estos momentos son motivo de preocupación. Si hay un ajuste suave hacia niveles más normales en la prima de riesgo, creo que el sistema financiero puede manejarlo. Pero si las primas de riesgo suben a niveles altos de repente... la pregunta será cómo va a reaccionar el sistema financiero”.
¿La complacencia provoca una baja volatilidad del mercado y la toma excesiva de riesgos?
Sí, dice Markus Brunnermeier. Cuando la volatilidad del mercado es baja, las personas se sienten capaces de asumir más apalancamiento y menos liquidez, lo que deja a todo el sistema más propenso a movimientos bruscos.
Esta dinámica se produjo durante la "Gran Moderación". Durante ese período, la volatilidad fundamental y de los activos fue en general baja y los participantes del mercado se apalancaron mucho más.