Sin duda, una de las empresas más mediáticas y a su vez, polémicas de los últimos meses. La americana Boeing (NYSE:BA) recuerda al curioso caso de una empresa que en su día llegó a ser líder mundial en la fabricación de aeronaves, pero parece que con el tiempo, esto ha cambiado.
Llevaban la innovación por estandarte, la excelencia y la perfección. No nos coge por sorpresa, sin embargo, las últimas noticias totalmente contrarias a este espíritu. La rivalidad creciente con su competidor directo Airbus (PA:AIR), y la pronta salida al mercado del 737 MAX, hicieron que la actividad industrial de esta empresa, el sino de su existencia, se pudiera cuestionar.
Los Boeing 737 MAX, se caen. Es un defecto de software y esto está constatado. Dada la envergadura de la nave, los motores están desplazados más hacia adelante y, este cambio en la fisionomía del avión genera un cierto cabeceo en su manipulación. Este software pretendía enmendar este comportamiento. La pronta activación del mismo en los despegues, junto con la sorpresa de muchos pilotos al ver por primera vez una reacción de este estilo en su manejo, crearon unos catastróficos acontecimientos. Los vuelos comerciales de Lion Air y Ethiopian Airlines quizás fueron los acontecimientos más sórdidos en toda esta historia, con 189 y 157 víctimas respectivamente.
Ahora, en plena crisis del Covid-19, afectando frontalmente al sector turismo, Boeing pide ayuda a Washington, concretamente de $60B para paliar las consecuencias. Donald Trump parece tenerlo claro, pues Boeing no quebrará por encima de cualquier cosa, y el gobierno hará lo oportuno para que esto no ocurra.
Entre el 18 y 19 de marzo visitó los niveles de 88 dólares, sin embargo, y tan sólo 5 días más tarde, consiguió doblar su precio en los mercados. Poniéndolo en perspectiva, su competidor francés Airbus, también experimentó este rebote, en la que se apreció un 50%.
Entonces, Boeing, sigue con su actividad fabril? Por supuesto. Pero parece que la empresa, que gasta $40B en acuerdos de recompra, no está muy por la labor. Los propios directivos son poseedores de opciones, a precio muy inferior al del mercado. Dinero prestado a la compañía, a un interés irrisorio por supuesto, que se canaliza de nuevo a esta actividad.
Muchos critican la decisión de seguir ayudando a la empresa, pues parece que no aportará valor al proceso productivo ni a los aviones de Boeing, si no más bien propiciará mayores movimientos en el mercado y fluctuaciones.
Conforme pasen las semanas, iremos viendo la evolución de esta crisis sanitaria en el sector viajes y qué medidas finalmente son tomadas para la compañía.