Tras la sorprendente y triste noticia de ayer del avión malasio MH17 caído en Ucrania, en seguida les dije a mis clientes que estábamos en un momento de operación sin riesgo, algo que habrá que respetar por ahora aunque las acciones no reaccionen demasiado.
El nivel de incertidumbre que conlleva esta tragedia a nivel geopolítico sencillamente no garantiza apostar por acciones individuales. La razón es que los acontecimientos como este provocan rápidamente un incremento en la correlación en los mercados, es decir, en este caso, un cambio a modo sin riesgo.
Cuando los mercados se ven afectados por una incertidumbre de este nivel, lo primero que hacen los traders es saltar a los mercados de futuros por razones de liquidez y aplicar coberturas generalizadas.
Esto, a su vez, provoca un incremento inmediato en la correlación entre acciones y clases de activos y, de hecho, deja fuera de juego cualquier otro análisis de índices o acciones a efectos de trading.
Además de la tragedia aérea de ayer, Israel ha anunciado la reanudación de su estrategia de ofensiva terrestre, al aumentar de nuevo las tensiones en Gaza. Con toda esta incertidumbre antes de un fin de semana estival, conviene contar con un buen nivel de liquidez en la cartera.
Si bien es cierto que aún es pronto para saberlo, teniendo en cuenta el nivel al que se encuentran las acciones europeas tanto desde una perspectiva cíclica (es probable que se acabe en breve el ciclo alcista del mercado) como por lo que se refiere al movimiento en los gráficos últimamente, nos preguntamos si podríamos estar a punto de vivir un nuevo rebrote de la volatilidad en las próximas semanas.
Nos viene a la mente el verano de 2011, cuando el repentino recrudecimiento de la crisis de deuda europea que pilló a los traders de vacaciones y desprevenidos y tuvieron que llamar a la oficina.
Si bien es cierto que la situación actual es muy distinta, la historia no suele repetirse, pero sí suele rimar, por lo que yo no descartaría que veamos convulsiones en el mercado cuando estén ausentes muchos agentes del mercado. Por tanto, conviene dormir con un ojo abierto.
Una de las primeras cosas que suelo hacer cuando llega la incertidumbre es fijarme en los futuros de los futuros de los bonos, lo que en Europa, para mí, quiere decir el bono alemán a 10 años.
En el gráfico siguiente, vemos que el momento de operación sin riesgo de ayer provocó una subida en el precio del bono alemán claramente por encima de la línea de resistencia que se remonta a principios de mayo de 2013.
En lo que me estoy fijando por ahora, por lo que se refiere al bono alemán y a la renta variable es en sí las subidas de ayer en los bonos aguantan o revierten rápidamente. Este último escenario provocaría de nuevo ventas en la renta variable, al menos a corto plazo.
El Euro Stoxx 50 acabó rápidamente ayer con el rebote de sobrecompra que comentaba la semana pasada y a comienzos de esta, y esta mañana está acariciando los mínimos de la semana pasada acercándose cada vez más a su media móvil alcista de 200 sesiones (línea roja).
Esta media móvil lleva exactamente un año invariable, por lo que una ruptura considerable a la baja de la misma sería bastante significativa. También me gustaría destacar el máximo más bajo que marcó el índice a principios de julio, un primer signo de una fase de operación sin riesgo.
Por tanto, desde una perspectiva de varias semanas, es importante vigilar el área de 3.120 para el Euro Stoxx 50 como soporte.
Si echamos un vistazo al gráfico diario del Índice italiano FTSE MIB, veremos lo siguiente: un máximo más bajo a principios de julio, una línea de soporte de 2013 rota (azul), y un precio cada vez más cerca de la media móvil de 200 sesiones (línea roja).
Una ruptura por debajo de los mínimos de la semana pasada podría llevar rápidamente a una ruptura de la media de 200 sesiones, lo que podría anticipar una fase mayor de operación sin riesgo.
Por tanto, a medida que se acerca este fin de semana estival, mi consejo es andar con pies de plomo y no asumir riesgos innecesarios.