Y en eso me incluyo, pero a veces es cuestión de feeling. No dejarse llevar por la tempestad del momento ayuda para no sacar conclusiones en un contexto equivocado. En la tempestad hace falta capacidad de reacción frente a la misma, y una vez escampada ésta, es ahí cuando uno debe sacar conclusiones de cuales fueron los motivos que la provocaron.
Se tiende a ser reaccionarios frente a los hechos cuando estos están sucediendo. Y en bolsa mucho más, lo que se mueve arriba y abajo es dinero, y si es el tuyo mucho más, evidente.
Suele pasar que cuando suceden los movimientos y no respeta los patrones clásicos de comportamiento, todos hablan y explican, cada cual su situación, sus objetivos, sus expectativos y por qué no, sus carencias.
Realmente, siempre, ante las tempestades, ya partes perdiendo, con el viento en contra, y eso es así, no puede ser de otra manera, a no ser que seas un grande, un poder generando una tormenta perfecta provocada con una intencionalidad.
Cuando todo acabe sabremos por qué sucedió y todos entenderemos los motivos, aunque no se compartan. Pero claro, cuando todo acaba, quizá hayas sido una victima de la tormenta, es así, irremediablemente.
De momento, y ante la incredulidad de los acontecimientos, es obvio que algo está ocurriendo, llaménlo corrección, volatilidad, inyección o mil y una de las cosas que casi todos hablan consecuencia de una causa motivada.
Cuando todo haya pasado, lo entenderemos, mientras tanto, capacidad de adaptación y reacción. No vamos a saber qué ocurre ahora, y cuando lo sepamos, de nada ya servirá, por tanto, siempre sales perdiendo, eso no quita que acabes ganando.