Desde verano del año pasado, el precio del algodón ha sufrido una fuerte caída tras hacer precios máximos a finales de mayo en los 95,28 dólares. El algodón cotizado en Nueva York ha sufrido una caída del 40,30% hasta los mínimos de agosto de este año.
La caída comenzó a hacerse más evidente después de los datos macro que fueron confirmando la desaceleración económica a nivel global. La desaceleración económica da lugar a una disminución en el consumo de las familias, lo cual se ha visto trasladado al sector del algodón, así como a aquellos sectores más dependientes del ciclo económico.
Desde abril, la guerra comercial comenzó a agravarse, motivo por el cual ha sufrido el precio del algodón, ya que EE. UU. es el principal país exportador de algodón del mundo y China es el mayor importador.
Por otro lado, en mayo el Departamento de Agricultura de EE. UU. estimó que la producción mundial de balas de algodón sería de 125 millones, frente a los 121 millones que se estiman para el consumo. De esta forma, un exceso de oferta produce una caída en los precios de la materia prima.
Estos son algunos de los factores principales que mayor peso están teniendo en la caída de los precios de los futuros del algodón. Desde el 26 de agosto, el precio ha comenzado a rebotar, recientemente hemos visto una retórica más productiva entre EE. UU. y China de cara a la firma de un acuerdo comercial de Fase 1. Esto ha provocado un mayor optimismo en el mercado ante una mejoría de la economía mundial, si finalmente se llegase a un acuerdo para terminar con la guerra comercial.
Aun así, todavía no hay nada firmado y, a pesar de que podríamos ver una mejora en los datos macro a futuro, es difícil ver crecimientos como los que teníamos antes del comienzo de la guerra comercial. En ese sentido, el algodón, pese al rebote, continúa cotizando en tendencia bajista y parece probable que la presión bajista continúe. Empezaría a mejorar de verdad el mercado del algodón si vemos una superación del precio de los 69 dólares.