Me dice Larry M., especialista en divisas, que "los astros de las monedas se han alineado en las últimas semanas proyectando sombras, que hacen temer lo peor. El aumento de la volatilidad en este mercado, muy difícil de valorar, porque mandan China y EE.UU. sobre el resto del mundo, siempre arrastra al resto de los mercados, provocando fuertes pérdidas, hasta que los bancos centrales de China y EE.UU. dicen basta. Y volver a empezar".
En febrero de este año, Steen Jakobsen, de Saxo Bank, escribía que "la amenaza está ahí. Existe un riesgo cada vez mayor de que el presidente estadounidense Trump aplique una política de dólar débil. Tal movimiento, después de todo, tiene sentido para su 'programa', ya que no sólo son las exportaciones necesarias para el crecimiento, sino que se alinea bien con los mercados emergentes fuertemente endeudados, que necesitan de un dólar más débil para aliviar la carga del aumento (principalmente en dólares) de los costes de capital sobre los intereses"
"Hay fuertes paralelismos económicos que se pueden trazar entre ahora y 1985, cuando el G5 firmó el 'Plaza Accord' para impulsar el crecimiento a través de un debilitamiento del dólar. Como explica investopedia: 'Estados Unidos experimentó un crecimiento del PIB del 3% en 1983 y 1984, con un déficit en cuenta corriente que se aproximaba a un 3-3,5% del PIB, mientras que las naciones europeas experimentaron un crecimiento negativo del PIB de -0,7% con enormes superávits comerciales. Lo mismo pasó con Japón. Los déficits comerciales en general requieren financiación externa".
La guerra de divisas nunca fue buena para las bolsa. ¿Recuerdan lo que sucedió hace dos años, concretamente en agosto de 2015? Ese verano China decidió llevar a cabo la mayor devaluación de su divisa en 20 años, movimiento que puso muy nervioso a los mercados. Dos semanas después de esta devaluación, la bolsa china se hundió, con caídas del 8% que provocaron un efecto contagio en el resto del mundo. El Ibex 35 se dejó un 5%. En ese movimiento, el euro se apreció hasta los 1,17 dólares. Vean el gráfico de la cotización actual. Curioso, ¿no?
La depreciación orquestada del dólar favorece la entrada de dinero en los mercados estadounidenses, porque a medida que baja el dólar bajan los precios de los activos por el efecto moneda. Y al revés. Un movimiento, en cualquier caso, que necesita coberturas específicas, porque lo que se gana con el alza de las acciones compradas en dólares se pierde, incluso más, con la caída del dólar.
Los bancos de EE.UU. dicen que el alza del dólar los pone en desventaja
El fortalecimiento del dólar está repercutiendo a lo largo del sistema financiero de formas imprevistas, revelando lo que los banqueros identifican como una falla oculta en una propuesta de la Reserva Federal de Estados Unidos de elevar los colchones de capital en los mayores bancos del país.
Los grandes bancos estadounidenses indican que, bajo la norma propuesta en diciembre, la reciente alza pronunciada del valor del dólar obligaría a las empresas estadounidenses a retener miles de millones de dólares más de capital que sus competidores extranjeros, incluidos bancos europeos más débiles, debido a la forma en que la Fed planea calcular un cargo adicional impuesto a los ocho bancos sistémicamente más importantes de EE.UU.
La fortaleza del dólar borrará 2,3 billones de dólares del crecimiento mundial en 2015
El mundo va a restar alrededor de 2,37 billones de dólares en 2015. Esta cifra no es significativa a simple vista ya que representa un 3,2 % del PIB global del año pasado. Pero, si lo ponemos en perspectiva, es como si un país con un tamaño entre Brasil o Reino Unido desapareciera de la faz de la Tierra.
Al menos eso indican desde Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch donde han hecho cálculos sobre el impacto que el fortalecimiento del dólar tendrá en el PIB nominal del planeta a lo largo de este año, teniendo en cuenta un número de países que contabilizaron el 91% de la productividad mundial el año pasado, es decir, un total de 70,9 billones de dólares.
Como indican desde el banco estadounidense, el cambio en sus proyecciones se debe a un dólar mucho más fuerte. De hecho, aunque las previsiones de crecimiento real se mantienen sin cambios, de hecho sólo se reduce una décima hasta el 3,5%, a nivel nominal han pasado de una proyección anterior de 70,98 billones de dólares a 68,6 billones de dólares. "El número de bienes y servicios se acelerará pero éstos se producirán en países donde las divisas se han debilitado contra el dólar y seguirán haciéndolo", explican.
De hecho, en lo que muchos consideran una nueva guerra de divisas, Bank of America ha rebajado sus niveles de cambio entre el dólar y otras divisas. Así, por ejemplo, el euro terminará 2015 en los 1,10 dólares y 2015 cerca de la paridad al cambiarse en 1,05 dólares. El dólar-yen terminará este año en los 123 yenes, un nivel que mantendrá hasta 2017.
Si echamos la vista atrás, las contracciones del PIB a nivel nominal son bastante atípicas según referentes históricos. Solo EE.UU. y los países emergentes asiáticos registrarán un crecimiento nominal positivo en dólares este año. El crecimiento nominal global solo se ha contraído en cinco ocasiones desde 1981 y en tres de esos episodios menos de un 1%. Sin embargo, en momentos como las crisis de deuda de 1982 o la Gran Recesión de 2008/2009, las contracciones fueron del 2,3 y el 4,6% respectivamente.
En contextos históricos normales, el PIB nominal se expande significativamente cada año. Desde 1981, la expansión media ha sido del 6%.
El fortalecimiento del dólar implicará que la economía de EE.UU. cobrará más importancia de nuevo dado su porcentaje en la economía global después de tocar un mínimo del 23,5% en 2011 y mantenerse en dichos niveles desde entonces. Según BofAML, EE.UU. alcanzará supondrá un 27% de la economía global en 2016.