Los cables continúan presionando las crecientes tensiones geopolíticas y por buenas razones. Entre las duras advertencias de la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, a los países que facilitan el comercio con Corea del Norte y los tuits agresivos del presidente Trump contra China, se siente como si la retórica hubiera alcanzado un nuevo pico.
Es probable que los EE.UU. aprueben nuevas sanciones contra Corea del Norte en los próximos días y la posibilidad de una guerra comercial con China ha aumentado de manera significativa. Como un reloj, los mercados de divisas pasan a las compras de refugio y la venta de JPY y KRW, mientras las monedas dependientes del comercio regional también se vuelven más débiles.
Sin embargo, también existe la sensación de que ya nos hemos encontrado en esta situación antes bajo la administración Trump. La estrategia de empujar advertencias y cuestiones al límite sólo para retroceder en el último minuto son un sello de Trump. Así, a pesar de la amenaza de guerra, la volatilidad implícita en los mercados de divisas ha estado en declive durante los últimos días.
En nuestra opinión, este cambio ha creado una oportunidad para las monedas de los mercados emergentes. La historia macro de la demanda externa sólida, las tasas de interés más altas, y las bajas expectativas de que el proteccionismo obstaculice el comercio seguirán impulsando el carry trade. Hemos expresado constantemente que la clave para 2017 será filtrar las noticias con demasiada publicidad, y el entorno actual es un buen ejemplo.