El dólar australiano, por su parte, sigue cosechando mínimos de 4 años, aunque cerró un ciclo de cierres mínimos diarios de 6 días en la víspera. Antes de los datos de empleo de Estados Unidos, el aussie luce débil y sin muchas posibilidades de ganar terreno.
Solo una marcada divergencia entre la curva de precios y el indicador de momento es la única señal de aliento para una recuperación de la divia australiana.