"Los jefes se van de vacaciones, van y vienen, aunque este año la holganza va a ser mayor por la pertinaz sequía negociadora. ¿Creen que han cambiado muchas las cosas de un año para otro? Se sorprenderán. Esto es lo que decíamos el año pasado por estas mismas fechas: "Guerra comercial, verborrea twittera del primer mandatario de la primera economía del mundo, dudas sobre el crecimiento de EE.UU. y, en el mismo acto, sobre la continuidad del buen ritmo en Europa, valoraciones altas en Wall Street y muchos líos geopolíticos. A este escenario comienza a sumarse otro. Los becarios pronto tomarán las riendas. Tengo miedo de que se pongan a jugar a las maquinitas ¿Recuerdas el verano del crash de los becarios? Los grandes jefes pronto se irán de vacaciones. La tecnología no los hace omnipresentes, porque esa es una cualidad divina, pero casi. Siguen con más o menos detenimiento los sucesos y el comportamiento del mercado. Pero quienes de verdad están en el tajo son los de siempre por estas fechas: los becarios. Me gustan los becarios por ingenuos, porque meten la pata, porque enredan en todo. A veces, lo hacen tan bien que desenredan madejas y abren los párpados a los ojos de sus jefes, cargados como están de tanto sol y de crema, de tanto tinto de verano".
"¿No les parece alucinante? Sí, abran los ojos. Está escrito el año pasado. Y seguía: "Recuerda que en el verano de 2013, los índices globales comenzaron a revolotear en el aire, como lo hace una perdiz herida de muerte. Cuando a este pájaro, de buen comer, alguien le dispara un solo plomo en la cabeza se impulsa en el espacio como puede, tratando de buscar su salvación, pero al instante cae fulminada".
"En aquél verano que muchos recordamos, las Bolsas comenzaron a caer de manera, decían, desordenada y sin que los jefes lo entendieran. Como muy pocos sabían el porqué, culparon a los becarios del desaguisado. Becarios que se equivocaban con las órdenes, becarios que desconocían las normas operativas en momentos de falta de negocio. Pero los becarios acertaron: tenían razón. ¡Ay de los becarios! ¿Volverán con voz y voto? ¿O fueron desenterrados de por vida como los becarios y becarias de la Casa Blanca? Y si han vuelto, ¿qué harán esta vez, ahora que el sentimiento general es de abatimiento y de cierto miedo?".
"Mi respuesta es contundente: los becarios actuales están mejor preparados; las máquinas absorben, por sí mismas, las noticias de las principales agencias de información, las técnicas operativas han caído en manos de las matemáticas y matemáticos. No, no hay que ponerse a rezar por estas cuestiones".
"Si el verano se vuelve loco, que espero que no sea así y que sorprenda con un comportamiento razonable al alza, será por los de siempre, por los políticos y sus ajustes de cuentas".
(De la conversación mantenida con uno de mis gurus favoritos)