El objetivo del tipo de efectivo del Banco de la Reserva de Australia (RBA) se ha mantenido de nuevo en el 1,50% y son ya 16 meses consecutivos en que los tipos se mantienen en este nivel.
En este nivel, no podemos considerar que el mercado de la vivienda, una de las fuentes del problema, se enfríe pronto. Sumado a todo esto, los mercados tienen fuertes expectativas de que los tipos se mantendrán en suspenso al menos hasta 2019.
Sin embargo, las condiciones económicas parecen mixtas. La baja inflación y el bajo crecimiento de los salarios están impidiendo una subida de tipos en un futuro próximo, a pesar de las previsiones del banco central de Australia. El gobernador del RBA mencionó que los niveles de deuda son altos. ¿Es posible que este sea en realidad el principal motivo para mantener las tasas tan bajas? Nos cuesta creerlo.
La era del dinero gratis ha creado y todavía sustenta burbujas en toda clase de activos. Aumentar los tipos podría desencadenar una enorme explosión de la burbuja. Observamos que los niveles de deuda australianos pasaron del 15% al 45% del PIB desde 2009 (mucho más sostenibles que los de la mayoría de los países del G-10).
El dólar australiano está cada vez más bajo frente al dólar estadounidense y probablemente seguirá en este camino. El RBA probablemente siga a los principales bancos centrales y será el primero en tomar medidas para normalizar la política monetaria. Es por esto por lo que creemos que el dólar australiano tiene posibilidades de una mayor devaluación en el medio plazo.