EUR. Ayer volvió a confirmarse una de las leyes inmutables del mercado de divisas, al entender el euro la comparecencia del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, como una señal para iniciar la senda bajista. Los expertos tenían dos cosas en mente antes de la declaración sobre tipos de interés y de la rueda de prensa del BCE; la orientación de los tipos de interés y cómo se reinvertirán los saldos de la cuenta de resultados del BCE al tocar su fin el programa de adquisición de activos. Pero Draghi adelantó las vacaciones de verano de sus seguidores al convertir la rueda de prensa en una especie de baile sin música, al comentar que el Consejo de gobierno no trataría ninguno de estos dos temas, sin ni siquiera dar una indicación de cuándo entrarán en su agenda.
Los mercados interpretaron estos comentarios como una señal de que la orientación de las políticas de tipos en la línea blanda está más afianzada de lo que se creía anteriormente y que sólo una especie de milagro que pusiera patas arriba los datos macroeconómicos en los próximos meses tendría alguna posibilidad de cambiar la postura del Consejo de gobierno. Mientras tanto, se publicó el desempleo en España, que cayó a su nivel más bajo en casi una década, superando además las expectativas y quedándose en 15,3% en el T1 de 2018. Esta mañana, se ha publicado también la estimación inicial del producto interior bruto del T2 en Francia, que resultó algo flojo, en +0,2%.
GBP. La libra esterlina sufrió ayer una caída, en una jornada prácticamente sin datos. El negociador principal de la UE, Michel Barnier, rechazó la idea de que un Estado no miembro de la UE recaude aranceles en nombre de la UE; que es parte fundamental de la propuesta de acuerdo de Libre Comercio de bienes de la legislación de Theresa May para hacer efectivo el divorcio de la Unión. Al tener que firmar la legislación sobre el Brexit en un plazo de 12 semanas, el rechazo de la UE hace que May tenga que hacer modificaciones a su vuelta a Londres. La libra se debilitó tras los comentarios de Barnier, que marcaron la dirección de la libra esterlina durante la jornada. A primera hora de la sesión de hoy, la libra prácticamente no se ha movido.
USD. El billete verde se colocó ayer en lo más alto del panel de divisas del G10, pese a que todos los datos publicados se mantuvieron por debajo de las expectativas. Los pedidos de bienes duraderos crecieron un raquítico 1,0% en junio, por debajo del crecimiento de 3,0% esperado. El saldo de la balanza comercial de bienes y las peticiones semanales de desempleo también estuvieron por debajo de lo esperado, aunque por poco, con unos resultados de -68.300 millones de dólares y de 217.000, respectivamente. El gran dato de hoy, o más bien, de la semana, será la estimación inicial del crecimiento del PIB estadounidense en el T2, que los analistas sitúan en un potente 4,2%. Trump no sería Trump si no lograra colarse cada día en los titulares, en este caso con un Tweet en el que dice que “si tiene un 4 delante (…) vamos bien”. Y al igual que con los salarios no agrícolas de mayo, este comentario lleva a algunos a plantearse si Trump ha tenido acceso a estas cifras y de si está dejando pistas sobre el resultado final. El dato se publicará a las 14.30 CEST.
CAD. En una semana en la que, hasta ahora, el dólar canadiense ha logrado avanzar frente al billete verde, en 0,54%, para ser exactos, durante la jornada de ayer, se moderó el avance del loonie. El hecho de que el crudo WTI se haya estabilizado por debajo de los 70 $ por barril no ha ayudado a esta divisa que imita los movimientos de los precios del petróleo, y es posible que el dólar canadiense acabe incrementando sus pérdidas frente al dólar de EE. UU. en una jornada en la que se publicarán datos macroeconómicos estadounidenses que pueden ser bastante impresionantes.