Es muy dificil hacer predicciones, y más aún acertarlas, eso es tremendamente dificil, no imposible.
Al hilo de la intervención de Mario Draghi y el tsunami mediático que ha generado y su efecto devastador en unas horas en el mercado es evidente. Así funcionamos en este mundo, causa-efecto, y más siendo pura emoción cuando se trata de dinero.
En estos momentos ya está cabalgando la segunda fase, y es la de generar opiniones lideradas por una tendencia a la baja del euro. Una depreciación de la moneda por intermediación del BCE en el mercado.
Y la cuestión ahora no es si Europa necesita depreciar su moneda, la realidad es si es posible que eso suceda.
Si ustedes saben de economía, se han formado en la materia o son lectores y entienden de implantación de políticas monetarias, sabrán que una bajada de tipos o una depreciación de una moneda son medidas teóricas desarrolladas en modelos econométricos donde se demuestra que ante determinadas situaciones económicas, esas son las medidas más resolutivas.
Está claro que los modelos son pruebas evidentes, es ciencia. La práctica ya es otra cosa. Resulta que el euro no juega solo, es paridad contra el dólar, y éste, el dólar, representa a la economía más potente del mundo y es la moneda oficial para realizar cualquier transacción internacional. Y resulta que EE.UU también está aplicando políticas como las del BCE,es decir, quiere depreciar su moneda como medida incentivadora.
El EUR/USD se encuentra en una guerra por depreciarse respectivamente, y eso no es posible, la depreciación de una genera la apreciación de la otra. Es una relación inversamente proporcional.
Son tan reales y evidentes los modelos de refutados economistas como tan evidente que el EUR/USD no pueden depreciarse a la par.
Juzguen ustedes, yo no apuesto por un euro a la baja.