Habíamos hablado a inicio de semana acerca de la probabilidad de que el Banco de Japón (BoJ) ampliara su plan de estímulo a la economía, impulsado en 2013. Pero la presunción venía por el lado de una ampliación de la base monetaria, medida tomada en octubre de 2014, que produjo una fuerte devaluación del yen. En esta oportunidad, y por primera vez en la historia, el BoJ colocó los tipos de interés, que se mantenía en el 0,1%, a una posición negativa, al -0,1%.
Naturalmente, esta medida sacudió a los mercados. En la Bolsa de Tokio la euforia no tuvo límites, y los mercados europeos operan al alza en el último día hábil del mes. Pero el efecto principal lo sufrió el yen: de 118,47 saltó de inmediato a 121,39, un movimiento de casi 300 puntos, esperable en una situación como esta, y tal vez hasta algo acotado.
Si la baja no fue mayor es simplemente porque el yen está siendo buscado como activo seguro en la crisis actual, igual que el euro. La moneda nipona se posiciona de esta forma con una clara tendencia bajista de cara al resto del día, y la superación del máximo mencionado estirará su caída a 121,80.
Precisamente, la divisa única también cedió desde su máximo 1,0947, sin poder confirmar el quiebre de una línea de tendencia de mediano plazo, medida en el gráfico de horas. Pero su baja también se vio acotada, hoy por la publicación de un avance del índice de inflación minorista con sus mayor alza desde 2014, y nuevamente se coloca por encima de 1,09, con una tendencia que, en el gráfico de 4 horas, si bien ofrece algunas señales de baja en algunos indicadores, no termina de confirmar dicha dirección. Solo el quiebre de 1,0880, mínimo del día, daría lugar a una aceleración de la baja del euro, en cuyo caso 1,0830 será el soporte a seguir. Al alza, 1,0950 es la principal resistencia, seguida de 1,0980 y 1,1010.
La libra esterlina, por su parte, se muestra muy volátil en estos últimos días del mes, y sin poder quebrar con claridad la zona de 1,44, cae fuerte en estos momentos. El quiebre del primer soporte, una sólida línea de tendencia alcista en 1,4275, hará que el corto movimiento en esa dirección iniciado la semana pasada sea solo un descanso en el largo camino bajista de la moneda británica. En dicho caso, no extrañará ver a la libra debajo de 1,40 en pocos días.
El calendario de noticias del día es nutrido, como cada fin de mes. Además del PIB de Canadá, dato de frágil e incierto pronóstico -normalmente la cifra publicada jamás coincide con los análisis previos-, y que impactará de lleno en el aliviado dólar canadiense, se suma el PIB final del tercer trimestre en Estados Unidos.
En este caso, el impacto es mínimo, dado que se trata de una cifra que revisa por segunda vez la original. Otros datos sin tanto impacto son el PMI de Chicago y el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan.
Eso sí: con lo sucedido en Japón, es conveniente mirar de cerca la apertura de la bolsa de Nueva York. Si el buen clima se mantiene, y las acciones suben, el euro y el yen se verán debilitados.