En la presentación del lunes, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, atribuyó en parte al plan de estímulo a la economía implementado por la entidad a una cierta recuperación de las cifras macro de la eurozona.
Al respecto, queda alguna reflexión para hacer: si esto es así, después de 20 días, ¿por qué no se hizo antes, si se anunció en septiembre pasado? Si otro motivo es la política monetaria acomodaticia del BCE, como expresó Draghi, y la devaluación del euro, ¿la creación de inflación no generará tasas demasiado bajas en el mediano plazo? Y a su vez, ¿no puede producirse un efecto similar al del dólar, que creció furiosamente de un año a la fecha precisamente por la expectativa de alzas de tasas?
Si bien estos últimos dos motivos serían consecuencias indirectas de una recuperación económica de la Eurozona, vale pensar que, al menos, el BCE tardó una eternidad en tomar medidas de fondo como las mencionadas.
El euro naturalmente se recuperó ante el dólar, y cerca estuvo de superar 1,10, aunque cayó desde el máximo 1,0972 el lunes. Su tendencia se mantiene ligeramente alcista para el resto del día, aunque deberá superar dicho máximo para extender sus ganancias. En dicho caso, 1,1005 y 1,1040 serán las resistencias a seguir, con soportes en 1,0905, 1,0880 y 1,0835/30.
La libra esterlina, en tanto, no ha podido crecer a la par del euro, y si bien mantiene un ligero sesgo alcista de corto plazo, su precio está perdiendo posiciones en estas horas. Esperamos una baja de la moneda británica en la sesión americana del martes, que tendrá su soporte más firme en 1,4910, seguido de 1,4885.
El yen, por su parte, mantiene un tono alcista ante el dólar, el cual aceleró en la sesión americana del lunes, aunque no logra crecer en el cierre de la sesión asiática del martes. El par USD/JPY presenta como principal soporte la zona de 119,25, debajo de la cual 118,80 aparece como el objetivo a seguir. Superado 118,85, las zonas de 120,15 y 120,40 serán las próximas resistencias.
Mucho de lo que suceda el martes dependerá de la cifra de inflación de Estados Unidos correspondiente al mes de febrero, que se conocerá a las 8:30 del este. La variable de la inflación es la que impide a la Fed aumentar sus tipos de interés, y en buena parte esto se debe a la baja fuerte del petróleo, situación que, creemos, no variará en el corto plazo.
De allí es que es de fundamental importancia seguir este dato, que será el que defina la tendencia diaria del dólar, y de sus principales rivales. Una medición por encima de lo esperado impulsará al alza nuevamente a la divisa norteamericana, diluyendo de este modo la corrección bajista que experimenta desde el viernes pasado.