Comienza un período decisivo para uno de los pares de divisas más populares, como lo es el EUR/USD. El Banco Central Europeo anunciará los tipos de interés de referencia que, salvo una catástrofe, quedarán sin cambios, en cero. Pero lo que más lleva la atención de los inversores es la presentación del presidente de la entidad, Mario Draghi.
La conferencia de prensa, habitual al finalizar cada una de las reuniones, suele ser el disparador de movimientos fuertes para el euro, y esta vez no será la excepción. Draghi podría anunciar, como muchos esperan, una extensión en el plan de estímulo a la economía, que consiste en la compra de bonos por 80.000 millones de euros por mes, y que tiene, hasta ahora, fecha de finalización en marzo de 2017.
Lo que se espera, puntualmente, es que dicho plan se extienda al menos hasta septiembre del próximo año, buscando reactivar la economía del bloque que finaliza un año ciertamente difícil para muchos de sus países miembro.
Esta situación, junto con el casi seguro incremento de tipos de interés por parte de la Fed en la reunión que mantendrá el martes y miércoles próximos, parece reunir todos los ingredientes para que el euro vuelva a caer, y tal vez con cierta velocidad que hasta ahora solo mostró en algunas partes del año que finaliza.
Muchos analistas creen que, al quiebre de 1,0460, mínimo de marzo de 2015 y que representó en su hora el más bajo valor del euro en 12 años, el precio del mismo se acercaría a la paridad, algo que, de todas formas, creíamos que ocurriría meses atrás.
Pero -siempre hay un pero en los mercados-, cuando algo aparece tan anunciado, suelen ocurrir cosas fuera de la lógica que en este caso sería una caída fuerte del euro. Por supuesto, la excepción llegaría si Draghi no anunciara extensión alguna del plan, en cuyo caso no le costará llegar a la zona de 1,0860, fuerte resistencia, y tal vez hasta 1,0915, que es el valor al cual cayó el euro el día del Brexit, a fines de junio.
Y dado que la Reserva Federal (Fed) se reunirá en una semana, no hay motivos para un desplome inmediato del euro. De modo que es conveniente mirar con suma atención las resistencias del cruce, antes que los soportes, al menos por estos días.
Por el lado de la libra Esterlina, el Parlamento británico presiona a la nueva líder Theresa May para que exponga su plan de acción en lo que respecta a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, algo de lo cual parece arrepentida gran parte de la opinión pública. La impresión que es que el Brexit terminará quedando sin efecto, o será aprobado pero a muy largo plazo.
En ese contexto, la libra, que el miércoles no tuvo el mejor de sus días, podría retomar una tendencia alcista de medio plazo, buscando en primer lugar 1,30, para seguir luego a 1,3640. Por supuesto, nada de ello ocurrirá este jueves, pero sí es probable que busque, al menos la primera resistencia mencionada, en las próximas semanas, antes de fin de año.
Conviene también echar una mirada sobre el franco suizo, que está creciendo en forma pausada pero firme, y que tiene su principal objetivo en 0,9870. El cruce USD/CHF tocará dicho soporte muy probablemente cuando el euro llegue a 1,0860.
En tanto, el yen podría recuperar algunas posiciones, aunque mucho dependerá del humor de los mercados sobre el dólar. Si este cede ante el euro y la libra, como parece, también la divisa nipona se verá beneficada. Eso sí, se ve lejos el quiebre de 115, por el momento, y más cerca un yen en la zona de 112.
Completa la agenda de esta muy interesante sesión americana las peticiones semanales de subsidio por desempleo, a las 8:30.