Hace apenas unos meses, los inversores que no estaban interesados en el oro apenas reparaban en él. Durante gran parte del primer trimestre, el metal precioso se ha mantenido sin apenas cambios, moviéndose sólo unos centavos algunos días pues el dólar se convirtió en el refugio seguro recomendado durante la guerra comercial. Etiquetar de "aburridas" entonces las operaciones con oro habría sido una tremenda subestimación.
Avancemos hasta esta semana: el oro simplemente no deja de alcanzar nuevos picos, registrando —durante días consecutivos— máximos no vistos desde 2013.
Incluso después de que el presidente de la Reserva Federal, James Powell, señalara el martes que un recorte de tipos en julio no era seguro, los alcistas del oro ni se han inmutado. Después de una breve turbulencia, los futuros del oro del Comex de Estados Unidos cerraron al alza por cuarta jornada consecutiva, su noveno cierre positivo en 11 días.
Los gestores de fondos y las oficinas familiares que tuvieron un mero interés temporal en el oro a principios de este año acumulan ahora el metal precioso.
¿Y por qué no iban a hacerlo?
El oro al contado, que refleja las operaciones con lingotes, ha subido casi un 10% en lo que va de año. Casi todo eso viene del repunte de junio, el mayor desde febrero de 2016.
Y las participaciones del fondo SPDR Gold Trust (NYSE:GLD), el mayor fondo negociable respaldado por oro del mundo, registraron el viernes su mayor subida porcentual en casi 11 años.
Un activo monstruoso
¿Qué ha hecho del oro un activo tan monstruoso de repente?
Los analistas han dado una serie de razones, empezando por el esperado recorte de los tipos de interés de la Fed que podría materializare este mismo mes de julio, la encarnizada lucha de aranceles entre Estados Unidos y China que amenaza con provocar una recesión de la economía mundial y las represalias de Irán contra las sanciones de la Administración Trump que han convertido el Golfo Pérsico en un hervidero de miedo.
George Gero, analista de metales preciosos en RBC Wealth Management, en Nueva York, ha dicho a Investing.com:
"El oro continúa su extraordinaria trayectoria ascendente pues las preocupaciones económicas globales, las preocupaciones políticas y la política de Estados Unidos respaldan muchas de las ofertas de los compradores de muchos países. Los costes de oportunidad de comprar oro también han debilitado la resistencia de los compradores”.
"Mires donde mires, desde América del Sur a China y Oriente Próximo, Estados Unidos participa en batallas políticas y hay que protegerse contra eso. También necesita una protección contra el mercado de valores”.
Esta última línea sería válida para la mayoría de los inversores pues los futuros del oro cerraron al alza el martes a pesar de su inicial descenso tras las declaraciones de Powell acerca de que la Fed hará lo que tenga que hacer en cuanto a los tipos de interés y no se dejará intimidar por la Casa Blanca. Los tres índices bursátiles principales de Wall Street, mientras tanto, cerraban a la baja.
Los precios del oro se situaron inusualmente en territorio negativo al comienzo de la jornada de negociación de este miércoles en Asia, y hay quien piensa que eso es señal de que el repunte de junio ha sido exagerado.
Algunos dudan de que el oro conserve su poder si el recorte de la Fed no cumple expectativas
Después de que Powell comentara que la "política monetaria no debe reaccionar exageradamente a ningún dato concreto ni moverse bruscamente en función de la confianza", comienzan a surgir dudas, desde los mercados de valores a los de bonos y los de divisas acerca de si la Fed puede llevar a cabo el recorte de 50 puntos básicos de los tipos de interés necesario para seguir alimentando el repunte del oro.
De hecho, si la Fed opta por un recorte de los tipos más discreto de lo esperado, de digamos 25 puntos básicos, probablemente alimentará las críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia el banco central y Powell. Se comenta que Trump podría reemplazar a Powell como presidente de la Fed, aunque conservaría el puesto de gobernador de la Fed. La legalidad de esa medida no está totalmente clara, aunque una crisis de la Fed sería realmente buena para el oro, en vista de su atractivo como refugio seguro.
Esa es una razón por la que muchos creen que el actual descenso del oro es sólo un bache antes de registrar nuevos máximos de 1.450 dólares —o incluso 1.500 dólares.
La Previsión Técnica Diaria de Investing.com todavía asigna una calificación de "fuerte compra" al oro del Comex para entrega en agosto citando un nivel de resistencia máxima a corto plazo en 1,464.45.
Dado el cierre del contrato del martes en 1.418,70 dólares, eso supone una prima de casi 50 dólares, o un 3% más.