Vuelve la calma a los mercados y atrás han quedado los expertos de televisión vociferando sobre guerras comerciales y venganza. Las acciones de Estados Unidos cerraron ayer sobre una base firme después de una apertura negativa. El Nikkei subió un 1,53% por la noticia de que China pospondría los aranceles sobre las importaciones de Estados Unidos y optaría por las negociaciones. Por el momento, los temores de una guerra comercial se dejan de lado.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos cayeron, forzando rendimientos más pronunciados, especialmente en el extremo largo. El informe ADP de marzo sobre el empleo privado mostró un incremento de 214 000, sorprendiendo al alza. Esto prepara el escenario para un informe positivo de las nóminas no agrícolas: los mercados esperan 185.000 nuevos puestos de trabajo, impulsados por el clima inusualmente cálido al inicio del año. El derrame hacia el USD debería ser limitado, pero el presidente Trump siempre tiene la habilidad de dar sorpresas que sacuden a los mercados. El USD no es barato, por lo que permaneceríamos lejos de las posiciones largas en el billete verde.