Dr. Hans-Jörg Naumer, Director Global Capital Markets & Thematic Research de Allianz (DE:ALVG) Global Investors:
“Atravesamos tiempos difíciles, no solo desde el punto de vista económico. Desde hace tiempo, la recesión de la economía mundial es una conclusión indiscutible. La cuestión se centra más bien en la duración de esta ralentización, que también está relacionada con la rapidez con la que se puede esperar una vuelta a la normalidad. Podemos experimentar una recuperación rápida con una evolución en forma de «V» o «U», o quizás una recuperación bastante más lenta en forma de «L». Los análisis de las economías nacionales parecen mostrar una evolución en forma de «V» y «U».
Además de los virólogos y los farmacéuticos, los responsables de la política fiscal y monetaria también juegan un papel fundamental en la búsqueda de soluciones contra el virus que nos permitan regresar cuanto antes a la normalidad. Mientras tanto, los bancos centrales de todo el mundo han hecho todo lo posible para minimizar el impacto económico y financiero de la crisis provocada por el nuevo coronavirus. Sin embargo, la eficacia del estímulo monetario parece limitada en el entorno actual. No queda mucho margen para reducir los tipos de interés de referencia, ya que estos tipos ya eran bajos antes de que estallara la crisis. La Reserva Federal estadounidense, por ejemplo, redujo los tipos de interés en un promedio del 5% durante anteriores recesiones en el país. Sin embargo, ahora resulta inviable teniendo en cuenta los niveles de tipo de interés de referencia actuales. Además, la política monetaria no es un instrumento adecuado para hacer frente a una perturbación de la oferta como la originada por la COVID-19. En este caso, la política fiscal debe entrar en acción. Las contramedidas fiscales a nivel del G20 han alcanzado magnitudes sin precedentes, aunque es poco probable que sean suficientes para compensar plenamente la caída del crecimiento económico en los próximos meses, como indican nuestros cálculos. Fijémonos, por ejemplo, en EE. UU., donde el gobierno ha aprobado paquetes de gastos cuyo valor asciende al 8,3% del producto interior bruto (PIB). Además, las garantías y los préstamos ascienden al 2,4% del PIB. En el caso de la Unión Europea, los paquetes fiscales previstos representan casi el 21% del PIB, mientras que en el Reino Unido, el 27%.
Contramedidas sin precedentes para tiempos difíciles. Esperemos que la política monetaria y fiscal tenga efecto rápidamente”.