Una de las palabras clave para entender los últimos 25 años de la historia mundial es globalización. Las personas han estado comerciando a través de grandes distancias. Basta con fijarse en el lucrativo comercio de especias en la Edad Media. Pero la globalización actual es diferente realmente por la escala y la rapidez del intercambio internacional, que en las últimas décadas explotó a niveles sin precedentes. Facilidades para viajar, internet, el fin de la Guerra Fría, acuerdos comerciales y economías desarrollándose con rapidez, se han combinado para crear un sistema que es más interdependiente que nunca antes. Es por eso que el brote del nuevo coronavirus ha tenido tan inmediatos y abrumadores efectos económicos en todo el mundo.
"Estamos frente a una crisis generalizada del capitalismo democrático mundial y del no democrático, como el de China"
Cuando pensamos en la epidemia de Sars de 2003, China constituía el 4% de la producción global. Ahora China constituye el 16%, cuatro veces más. Eso significa que lo que sea que ocurra en ese país afecta mucho más al mundo. Eso, se puede ver no solo en esta crisis, sino en la económica de 2008 y le vulnerabilidad de internet a los ciberataques. "El nuevo sistema económico mundial brinda enormes beneficios, pero también implica riesgos enormes ".
Entonces, ¿qué significa esta crisis para la globalización?
Algunas cosas tendrán que cambiar, porque tanto las personas como las compañías se han dado cuenta de la dimensión de los riesgos que han venido tomando. Mire el intercambio comercial. Una vez que las cadenas de suministro fueron interrumpidas [por el coronavirus], las personas empezaron a buscar por fuentes alternativas en casa, incluso si eran más costosas. Si las personas encuentran proveedores domésticos, se quedarán con ellos, precisamente por esos riesgos que ahora perciben. Existe una combinación de factores que harán que la industria manufacturera occidental empiece a traer de vuelta a casa parte de sus trabajos ("re-shoring" se le llama en inglés). Creo que la guerra comercial (principalmente entre EE.UU. y China), combinada con la epidemia del coronavirus, hará que muchas compañías se tomen el 're-shoring' con mucha seriedad. Muchas de esas actividades pueden ser automatizadas, porque re-shoring trae certeza. No tienes que preocuparte por la política comercial nacional. Y te da la oportunidad de diversificar tu base de proveedores.
Se acelerará el repliegue del comercio internacional. Los exportadores ya están reconfigurando sus cadenas de suministros y acercando producción a costa de eficiencias. Los importadores subirán barreras arancelarias en respuesta. Este proceso ya había comenzado con la guerra comercial y ahora entrará en barrena. Asia y Occidente se aíslan mutuamente. Cae un telón de acero económico sobre el mundo.
Debe existir una enorme preocupación sobre el número de nuevas postulaciones a la universidades occidentales en este otoño. Es una industria enorme. Muchas universidades, por ejemplo, dependen de los estudiantes chinos. Creo que las fronteras se están alzando por todas partes y que la movilidad de labor se va a ver reducida, pero no la de capital. Con las fronteras más estrictas va a ser más difícil para universidades seguir atrayendo estudiantes de cien países diferentes... ¿Voy a seguir teniendo a los mismos extraordinarios colombianos, peruanos o brasileños que tengo ahora?
Los países reforzarán las fronteras, aumentarán las restricciones. Entonces es posible que tengamos una desglobalización de la enseñanza superior. Esa es una amenaza real que todos en el mundo universitario está hablando al respecto. No quisiera que la próxima generación esté atrapada dentro de las fronteras nacionales". La preocupación ahora no es si estos cambios van a ocurrir no, sino cuán profundos serán y cómo se van a manejar.
La globalización "al menos como la conocíamos antes de esta pandemia, definitivamente va a ser distinta".
Después de 1918 tuvimos organizaciones internacionales débiles, el ascenso del nacionalismo, proteccionismo y depresión económica. En cambio, luego de 1945 tuvimos más cooperación e internacionalismo, reflejado en el acuerdo Bretton Woods, el Plan Marshall, las Naciones Unidas y el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio. Aunque hay que ser optimista, quién va a asumir el liderazgo. Podemos tener optimismo, pero no vemos liderazgo desde la Casa Blanca, y China no puede asumirlo y Reino Unido no puede liderar en Europa".
Entonces, ¿se reversará la globalización? Probablemente no, pues es un desarrollo económico demasiado importante, Pero ciertamente puede ralentizarse.
La gran pregunta, es si aprenderemos las lecciones de esta crisis. ¿Aprenderemos a identificar, controlar y regular los riesgos que parecen ser inherentes a la globalización? Porque la cooperación y el liderazgo necesarios para que ocurra no parecen abundar en estos momentos".