Así se titula el temazo de Tito&Tarántula (1996). Tema que describe para mí a la perfección lo que está ocurriendo en el mercado.
La composición bien sería la de un vulgar antro perdido en alguna calle oscura en el barrio viejo de una gran ciudad. Humeante y con litros de alcohol resbaladizos por el suelo, donde las camareras invitan a sus amigos y a ti te cobran doble, por nuevo y por tonto. La música a tope, ese "drummer" aporreando la batería en el fondo del escenario haciendo solos desacompasados y la vocalista vestida de negro con cara angelical y desubicada donde hace lo que puede.
Y es que, como dice la canción, hay mucha cucaracha enojada. Una locura voluntaria donde todos miran el reloj mientras consumen al máximo sus cigarrillos liados. Esclavos y oportunistas del momento antes de que se acabe la noche, ese disfrute circunstancial y momentáneo hasta que asome el sol, muera la madrugada y aparezca la claridad, el rigor, la limpieza, el ritmo y sobre todo el equilibrio.
¿Qué hora es? ¿Cúanto queda para que acabe la fiesta? Yo aún no lo se, pero no mucho, seguro.