Parafraseando a Issac Newton, la gravedad es una fuerza física que la Tierra ejerce sobre todos los cuerpos hacia su centro. También se trata de la fuerza de atracción de los cuerpos en razón de su masa. Es decir, la gravedad es la fuerza que te mantiene con los pies sobre la tierra.
Ahora que vemos como se desploman las bolsas sin que ningún medio muestre la relevancia necesaria de los acontecimientos, nada más cierto que aplicar esta teoría sobre nuestras propias cabezas para no perder el control. Ni existe suelo en el mercado, ni frenos que aplicar cuando la caída se acentúa. Parece que los bancos centrales miran hacia otro lado sin manifestar opinión o medida de merecer con el fin de contrarrestar esta corrosiva fuga de capitales a otros lugares del planeta.
Un buen titular de ayer decía que no asustan las caídas, sino sus tendencias.Y creo que eso está sucediendo con el petróleo. Fango maloliente y necesario de todos los presentes en este siglo.
La castaña va siendo importante, y cuando los renegados que pilotan importantes naves sociales se den cuenta que dependen más de la economía financiera que de la real, comprenderán que el fango sin refinar y el dinero es el motor de sus vidas.Triste pero cierto.
Como casi siempre ha ocurrido, cuando el vulgo se entera ya es demasiado tarde. Se firmaron cese de guerras mientras los soldados seguían disparando y muriendo días más tarde. Hay quien seguía comprando bulbos de tulipán cuando la burbuja ya había estallado en 1637.
Acontecimientos inherentes al momento y que son imprevisibles de ver y remediar por la pobre masa social. Hasta el mismo Tolstói a principios del S.XX afirmó "Casi todos eran hombres inmorales, malvados... y estaban felices y contentos, tal y como puede estarlo la gente cuya conciencia no los acusa de nada".