Aunque seguimos manteniéndonos optimistas en cuanto a la renta variable, empezamos a valorar que el Rally de Navidad se inicie ya en 2015. Son muchos los acontecimientos que están sucediendo en estas últimas semanas de año, y algunos de estos no se contemplaban.
Las nuevas inestabilidades en Grecia vuelven a poner de manifiesto la debilidad europea, que además ha vuelto a decepcionar en la segunda emisión de TLTRO (demanda de 130.000 vs. 190.000 estimaciones) También el violento descenso del crudo está presionando a todos los países productores.
Grecia tiene las siguientes fechas clave (17 dic, 23 dic y 29 dic) para lograr un acuerdo, si no quieren que se convoquen elecciones. Según las encuestas, el partido de la izquierda radical Syriza tendría más de la mitad de los votos, y el temor que existe es de que renegocie su deuda, aumente el gasto público y no cumpla con las directrices europeas. Algo que podría contagiar a más países del mediterráneo precipitando una huida de capitales en Europa a expensas de una mayor estabilidad.
En paralelo, y a pesar de que aún falta más de un mes para ello, se empieza a hablar de la próxima reunión del BCE, el próximo 22 de enero. Parece que poco han durado los anuncios del mes de septiembre, y los meses de espera tras la bajada a mínimos históricos de los tipos de interés tampoco nos han arrojado un saldo favorable. Nos adentramos en un año más que preocupante, con una inflación que podría llegar hasta el 0% y una dificultad para incrementar el crecimiento más que alarmante.
Por estas razones se empieza a hablar de QE soberano, pero es un tema más que complejo debido a la poca integración de los países europeos. Si es verdad que es una de las pocas medidas que le faltan por tomar a Mario Draghi para tratar de recuperar la confianza, todavía no vemos claro que dicho programa se pueda implantar a principios de año.
Lo cierto es que cada vez parece haber más unanimidad en que esta medida se tenga que implantar. Siempre nos quedará la duda de que hubiera sido de Europa si se hubiera planteado todos estos mecanismos hace cuatro o cinco años.
En Japón, todo ha salido como se esperaba, el partido LDP de Abe ha logrado la mayoría, lo que le asegura otros cuatro años para continuar con su agresiva política monetaria. Con el objetivo de reactivar la economía, meses semanas después de haber vuelto a entrar en recesión y con un endeudamiento creciente del 227%.
Pero quien de verdad marcará el devenir de los mercados esta semana será el FOMC, en su última reunión del ano. En los últimos días hemos sido testigos de una pequeña corrección en el mercado americanos y no está claro todavía si ha sido por las presiones de un crudo tan bajo, por las inestabilidades europeas, o porque quizás se están empezando a preparar para un cabio de leguaje en el discurso de la Reserva Federal, donde podría cambiar el tiempo moderado, por el tiempo limitado a cerca de los tipos de interés.
Recordad que hace ya un año, Bernanke aprovechó la última reunión del año para anunciar el calendario de retiradas de la QE3. Tema con el que se estuvo especulando todo el curso pasado. Esta vez el tema que ha cobrado todo el protagonismo ha sido cuando se empezaran a endurecer las condiciones crediticias. Yellen podría hacer como su antecesor, e ir preparando a los mercados para una subida de tipos de cara al próximo año.
Noticias
- Shinzo Abe logra la victoria en las elecciones y podrá mantener el programa económico con el que trata de relanzar a la economía japonesa que recientemente ha entrado en recesión.
- El Gobierno australiano espera un mayor déficit fiscal ante la caída del precio de los activos industriales y las dificultades para recortar gasto con la negativa de la oposición.
- El precio del crudo rebota en el inicio de semana tras cotizar en niveles mínimos de los últimos cinco años ante las declaraciones de Arabia Saudí donde manifiestan que no tienen pensado reducir la producción de petróleo aunque los precios caigan más.