El Banco Central de Chile subió el martes su previsión de crecimiento de la economía a un rango del 4,5 al 5,5 por ciento este año, empujado por la demanda interna, pero bajó sorpresivamente su previsión de inflación debido a factores transitorios.
En su Informe de Política Monetaria (IPoM), el organismo elevó su pronóstico de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) desde un 4,25-5,25 por ciento y admitió que el balance de riesgos para la actividad está sesgado al alza.
“La economía chilena ha continuado mostrando un alto dinamismo y la inflación ha permanecido acotada. Los riesgos contractivos de origen externo se han atenuado, mientras los expansivos de origen interno han tomado más relevancia”, dijo el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, en un informe al Senado.
La autoridad explicó que la corrección al alza del PIB se explica en parte por el mayor crecimiento previsto para el sector minero, siendo Chile el principal productor mundial de cobre.
En la mejoría de los pronósticos también influye un impulso externo a la economía local mayor al previsto.
En el caso de la inflación, Vergara informó que se bajó el pronóstico para este año a un 2,8 por ciento desde un 2,9 por ciento. El balance de riesgo “está equilibrado”, dijo.
“La inflación anual seguirá baja en el corto plazo, afectada aún por factores específicos (alta base de comparación, apreciación del peso, normalización shocks previos). En la medida que estos se disipen, la inflación anual comenzará a aumentar”, agregó el IPoM.
En contraste, el mercado esperaba un alza en la inflación hacia el 3,0 por ciento.
En medio de este panorama, el organismo autónomo destacó que el escenario base de su informe usa como supuesto que la Tasa de Política Monetaria (TPM), que se ubica en 5 por ciento, seguirá una trayectoria similar a lo que indican las encuestas, es decir, un alza de 25 puntos base en un plazo de un año.
El jefe del Banco Central admitió, en todo caso, que la tasa clave está en rangos considerados neutrales, aunque su nivel actual es elevado en comparación con el resto del mundo.
REPUNTE DEMANDA
La entidad enfatizó que entre los mayores riesgos para la política monetaria está actualmente el elevado dinamismo de la demanda interna. De hecho, subió su cálculo de expansión a un 6,1 por ciento desde el 5,7 por ciento que estimaba previamente.
“Las fuerzas opuestas que ha enfrentado la política monetaria siguen presentes. Se han diluido algunos riesgos externos, pero la situación europea es delicada. El dinamismo de la demanda mantiene la vigencia de los riesgos inflacionarios en el mediano plazo”, dijo Vergara.
Además explicó que la reaceleración de la demanda interna en los últimos trimestres se debe al mayor dinamismo de la inversión y, en los más reciente, también el consumo privado.
En la inversión ha influido el fuerte impulso de los proyectos mineros y energéticos del país, mientras que la expansión del consumo ha incidido en el favorable crecimiento de los ingresos personales, reflejo de un positivo desempeño del empleo y del alza de los salarios reales.
Vergara recalcó que, a diferencia de otros ciclos, los créditos de consumo no han sido un catalizador importante del gasto personal, mientras que en el sector inmobiliario se constata -en el margen- una moderación de su crecimiento, pese a que las ventas de viviendas y materiales han seguido en niveles altos.
MIRADA A CUENTA CORRIENTE
El mayor dinamismo de la demanda interna se ha manifestado en un aumento de las importaciones que alcanzarían un valor de 79.750 millones de dólares este año. La balanza comercial apenas registraría un superávit de 50 millones de dólares en 2013.
El incremento de la demanda interna se ha reflejado en los últimos trimestres en el déficit de la cuenta corriente, que llegaría a un 4,4 por ciento del PIB estimado, inferior al 4,6 por ciento pronosticado previamente, pero el más alto desde 1998.
“El aumento de este déficit es un tema de preocupación, pero sus riesgos son mitigados por el mayor flujo de inversión hacia el sector transable (minería), así como por la relevancia de los flujos de inversión extranjera”, dijo el documento de la entidad.
Para el precio del cobre, del que Chile es el mayor productor mundial, el organismo estimó un valor de 3,5 dólares por libra en 2013 y de 3,4 dólares para 2014.
TIPO CAMBIO REAL, EN ZONA BAJA
En su informe al Senado, Vergara destacó que el Tipo de Cambio Real (TCR) se mantendrá en torno a sus niveles actuales, pese a que los exportadores desean un rango superior para no dañar su competitividad.
El índice Tipo de Cambio Real (TCR) representa una medida de valor del peso frente a una canasta de monedas, entre las que se encuentran las de sus principales socios comerciales.
“Se estima que el Tipo de Cambio Real, aunque en la parte baja, está en el rango coherente con sus fundamentos de largo plazo”, explicó.
Según Vergara, Chile mantiene la implementación de medidas cambiarias dentro del conjunto de potenciales instrumentos para contener el avance del peso, pero ello requiere tomar en cuenta tanto beneficios como costos para el país.
“Estos beneficios son difíciles de cuantificar objetivamente, pero es razonable pensar que son mayores mientras menor es la disponibilidad de reservas o más alejado se encuentra el tipo de cambio real de sus valores de largo plazo”, sostuvo.
Además recordó que una intervención genera un costo significativo que deteriora el patrimonio del Banco Central.