El Banco Central Europeo dejó las tasas de interés sin cambios en 1% y solamente anunció la prolongación de uno de los programas de financiamiento. Esto estuvo por debajo de lo que varios analistas y economistas consideran necesario. Están pidiendo una mayor acción por parte del BCE, para ayudar a alivianar las tensiones en los mercados financieros europeos y favorecer el crecimiento.
Lo más notorio del encuentro fue que prácticamente se mantuvo todo igual. Esto en otro momento ni hubiera sido novedad, pero hoy sí lo es, ya que el resultado podría haber sido otro, no había un consenso en torno a lo que podría suceder y varios esperaban que el tiempo de “ver y esperar” (analizar la evolución de los indicadores económicos y luego recién actuar) había terminado.
Una de las novedades pasó porque la decisión no fue unánime, “se dio por consenso” según afirmó el presidente de la institución. Esto implica que hubo miembros que pidieron por un recorte en la tasa de interés. Esto mantiene las puertas abiertas para una baja de tasas en el próximo encuentro.
No se sabe cuantos pidieron por un recorte de tasas, ese dato no se hace público, pero si los números económicos siguen empeorando y las presiones aumentando, es posible que se rebajen las tasas. Lo que es claro, es que los efectos sobre el sector real de la economía posiblemente sean limitados, ya que, como Japón desde hace décadas, EE.UU., y el Reino Unido, la Eurozona se encuentra en una especie de trampa de liquidez, donde la rebaja en las tasas no funciona para estimular a la economía.
Efectos sobre el euro
El euro inicialmente tras la decisión y con las palabras de Draghi cayó en el mercado. Aunque por naturaleza, mantener tasas altas y no anunciar programas de incremento de liquidez deberían de fortalecer al euro, en este caso lo debilitaron. ¿Por qué?
Los mercados esperan ver más acción por parte del BCE en post de un retorno al crecimiento en Europa. El no ver más acción, imprime pesimismo, que afecta negativamente a la moneda común.
El no anunciar nada nuevo, no incentiva la compra de activos de renta variable, ni bonos de los países europeos con costos de financiamiento cuesto arriba. Esto fomenta la aversión por el riesgo y por ende debilita al euro frente al dólar, la libra y el yen principalmente. La variación contra las monedas ligadas a commodities, depende de la magnitud de la aversión al riesgo. Cuando el origen está en Europa, el euro es proclive a caer incluso frente a estas divisas, mientras que si el origen está en EE.UU. o en China, por ejemplo, el euro suele tener un mejor desempeño contra estas divisas.
En el próximo encuentro una rebaja de tasas podría ser favorable para el euro, por los motivos expresados anteriormente. Al esperarse ya más acción, de ocurrir, podría favorecer a mejorar el ánimo de los mercados e incrementar la demanda por euros, en el corto plazo.
El cruce más operado del mercado, el EUR/USD, pese a la reciente corrección mantiene una clara perspectiva bajista a mediano y largo plazo. Sin embargo, la reciente caída, no fue suficiente para modificar el rebote actual en el que se encuentra inmerso.
Pese a lo que no hizo el BCE, el rebote alcista del euro podría ganar momento en las próximas horas y hasta mañana, ya que Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal dará una presentación en el Congreso. Bernanke es de los más proclives a más acción por parte de los bancos centrales y se espera que sigua en esa dirección, que naturalmente es debilitadora del dólar.