El mercado celebra hoy que por fin Rusia decide ceder y llevar a cabo un alto el fuego el día 14, durante 48 horas, en Ucrania. Esta noticia ha empujado a las bolsas al alza en la sesión de hoy. Parece que la situación se está calmando poco a poco, pero aún hay mucho daño hecho en la población y en la economía de Ucrania.
Las bolsas están descontando el alto el fuego con subidas. La pena es que no se descuente la masacre humana que ha provocado este conflicto. Esperemos que Putin cumpla lo que diga y pare toda esta catástrofe imperialista en el Siglo XXI.
Por otra parte, la reunión del Eurogrupo no dejó ayer ningún titular relevante, pero sí que dejó pistas de lo que puede suceder en la fecha límite, el próximo 16 de febrero, donde sabremos si se resuelve el tema de Grecia o no. De momento, tenemos un comunicado del Eurogrupo que iba a salir pero que no salió debido a que Vaurofakis llamó a Tsipras y éste se negó a las condiciones que habían propuesto desde Europa.
El acuerdo estaba, Vaurofakis, ese ministro tan malo, se había ablandado y había cedido a la ampliación del rescate durante 6 meses más, pero desde Atenas no estaban de acuerdo en que se llevara a cabo todo el plan fraguado en la reunión del Eurogrupo.
Por tanto, negociaciones paradas por completo hasta el lunes de la semana que viene. Esto solo nos deja entrever que Grecia finalmente cederá a las condiciones que propone Europa ya que por fin han entendido que volver al Dracma supondría un colapso para el sistema económico del país, pero a cambio
Europa ayudará a que Tsipras quede bien ante su electorado, diciendo que el nuevo Gobierno griego llevará a cabo medidas estructurales necesarias para que el pueblo salga adelante. En definitiva, más de lo mismo, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. De momento, la situación en los mercados sigue tensa, con los bonos de Grecia aun por las nubes:
El bono a 3 años se sitúa en el 18,136%, mientras el bono a 10 años se sitúa ligeramente por encima del 10%. Una situación complicada y de desconfianza en el país heleno.
Cambiando a un factor más positivo, tenemos que el Riksbank, el banco central de Suecia, ha hecho algo histórico. Ha situado los tipos de interés en negativo en el -0.10%, y además, se ha sumado a la nueva moda de los Bancos Centrales, lanzar su propia QE particular, por importe de 10.000 millones de coronas suecas, 1.000 millones de euros.
El motivo por el que ha llevado a cabo esta medida el presidente del Riksbank es que la situación internacional es cada vez más incierta y esperan que la inflación se contraiga este año del 0,3% al 0,1%, muy lejos del objetivo del 2%.
Este tipo de medidas sientan muy bien al mercado, todo lo que sea darle a la máquina de hacer billetes e inyectarlos en el sistema, se considera como positivo. La consecuencia inmediata ha sido la devaluación de la corona sueca respecto al billete verde, el dólar se ha apreciado un +1,36% respecto a la corona sueca:
Todos estos factores nos ponen en un contexto claro. Si lo de Grecia finalmente se resuelve de forma favorable, Putin sigue portándose bien y hay más bancos centrales que se siguen sumando a la moda de inyectar dinero, no nos quedará más remedio que subir. Sin duda, todo esto lo que va a provocar es volatilidad asegurada pura y dura en el corto plazo, sin olvidar que el mes que viene empieza el QE de Mario Draghi.