El desplome del precio del petróleo impacta de lleno en sus monedas vinculadas, comenzando con el dólar canadiense, que llega a su mínimo de 11 años en estas horas, siendo hasta el momento la nota destacada de la semana.
Varios factores influyen para ver al petróleo en sus mínimos de varios meses, y con alta probabilidad de que caiga a su mínimo de 2009, cuando alcanzó los 35 dólares por barril. El antecedente más cercano permanece aún fresco: la OPEP decidió el viernes mantener su nivel de producción, algo que poca gracia le causa a los países latinoamericanos cuyas dificultades -penurias en algún caso-, pasan precisamente por los bajos precios del crudo. La sobre oferta de petróleo se hace sentir en estos meses, aunque se ha puesto demasiado énfasis en la producción bajo la modalidad de "fracking" de Estados Unidos. Esta tecnología, que tiene su origen hace unos 40 años, no es determinante para entender los precios actuales.
Sí, en cambio, se acentúa el alza del dólar en todos los frentes, y no solo frente al petróleo. La probabilidad de que la Fed aumente los tipos de interés de referencia la semana próxima, después de seis años de mantenerlos entre el 0 y 0,25%, y lejos de los nueve años y medio que no aplica una medida de este tipo, resulta decisiva para explicar por qué el petróleo exhibe estos precios, y también el resto de las materias primas.
Es llamativo ver como se van "alineando los planetas" en torno al comportamiento del dólar: China baja su nivel de consumo, se acumula la producción de materias primas que precisamente por las menores exportaciones de China pierden valor, Europa no levanta cabeza y, como si fuera poco, el mercado laboral estadounidense no encuentra techo.
Claro, esto no dura para siempre. Así como el euro, la moneda insignia del mercado de divisas, podría rozar la paridad en los próximos meses, la libra Esterlina podría buscar 1,40/1,42 al mismo tiempo, y el yen encontrar su piso en la zona de 127 unidades. El petróleo, por su parte, tendrá un soporte en la zona de 32 dólares, donde técnicamente además cumpliría con extensiones importantes de sus últimos movimientos bajistas. A su vez, la onza de oro, más volátil, aún tiene lejos su piso en 972 dólares.
Pero desde allí no extrañaría ver un rebota bajista del dólar, que llegará para quedarse un tiempo. Es probable que la moneda líder no acelere como se pensaba en los últimos días del año, pero pensar en una baja de esta luego de un alza de tipos, y con el resto de los bancos centrales inyectando fondos sin pausa no parece lógico.
En orden al martes, el euro mantiene un sesgo alcista marcado, con una bandera de continuación del movimiento en esa dirección que inició el jueves pasado, con resistencias en 1,0880, 1,0905 y 1,0930. Sin embargo, una baja de 1,0795 podría cambiar el fresco rumbo alcista de la moneda única.
La libra Esterlina también cae en estas horas, luego de los reportes de producción de manufacturas en Reino Unido, que volvió a ofrecer cifras decepcionantes. La libra trata de no perder la cota de 1,50, aunque su perspectiva es bajista para el resto del día, con un soporte firme en 1,4965, seguido de 1,4930. Al alza, 1,5025 y 1,5055 son los objetivos a seguir.
El yen, sin cambios, debajo de 123 y con datos esperados para la sesión asiática del miércoles, que podrían llevarlo cerca de 124 el miércoles. Y no mucho más por ahora. Tan solo la apertura de la sesión americana podría mostrar algunos cambios en los precios, pero por supuesto la expectativa principal se fija en la semana próxima, cuando la Fed de a conocer sus anuncios de política monetaria.