Si hace una semana hablábamos de las oportunidades del euro y de los inconvenientes de apostar por el dólar estadounidense, hoy toca desviar la mirada a la otra parte del mundo y apuntar hacia Nueva Zelanda.
El euro se está revalorizando a causa de las expectativas de los inversores. En principio, varios de los problemas de la Unión Europea se están disolviendo, como la victoria del partido de Merkel en uno de los estados federados de Alemania, síntoma de que puede salir ganadora en las próximas elecciones y un aumento de la inflación, propiciando los rumores de que el programa de compra de activos por parte del Banco Central Europeo (BCE) puede ir teniendo fecha límite. Al dólar estadounidense le pasa exactamente lo mismo, por lo que su precio podría tener ya descontada la subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed).
¿Les queda pues, camino para seguir subiendo? Podría ser una pregunta errónea. Los dos valores ya reaccionaron ante las expectativas del mercado y seguramente se estabilicen hasta un anuncio importante.
Aquí entra en juego el dólar neozelandés. En su última reunión, los integrantes del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) hicieron caso omiso a la mejora de los datos macroeconómicos y al aumento de los precios de los productos lácteos, y mantuvieron inalterados los tipos de interés.
Su gobernador, Graeme Wheeler, hizo su consecuente discurso "dovish", asegurando que la política acomodaticia podría seguir durante un tiempo. Un tiempo que sin embargo, podría ser muy bueno para que pares como el NZD/USD dejasen de bajar. El USD, con unas tasas descontadas por los inversores y el NZD, con mucho camino por delante para revalorizarse si los datos siguen mejorando (y la utilización de la flexibilidad monetaria actual en el país seguramente lo propiciará), se encuentran en una situación opuesta.
Es más, el NZD/USD está ante una situación esperanzadora. El RBNZ aseguró mantener la política actual, pero no avisó de aumentar las condiciones de relajación. Los datos de los próximos meses pueden llegar a ser realmente importantes.
El NZD tiene muchos obstáculos por delante, pero su suelo está cerca. Veremos qué nos espera de dicha región de Oceanía.