El dólar sigue acumulando noticias negativas, ante cifras débiles de las principales variables económicas de Estados Unidos.
El miércoles fue el turno de las ventas minoristas, que frente a una expectativa de crecimiento moderado, quedaron sin cambios en abril, causando una nueva baja de la moneda norteamericana en todos los frentes.
Así, el euro llegó a 1,1445, máximo desde mediados de febrero pasado, cuando se desplomaba ante la inminencia del plan de estímulo a la economía que finalmente en marzo puso en marcha el BCE, y a la crónica crisis que atraviesa Grecia en materia de deuda externa.
La situación no ha cambiado mucho, pero sí el contexto: hace tres meses, la economía de Estados Unidos exhibía números imparables, con un crecimiento record en muchos años en prácticamente todos sus indicadores. Esto no ha cambiado sustancialmente, pero se nota claramente que dicho impulso perdió, al menos, parte de su velocidad.
Esta debilidad del dólar se pone de manifiesto en distinta medida frente a las divisas principales: así como el euro supera con claridad 1,14, y tiene objetivo en 1,16 en pocos días, la libra esterlina se acerca a su tradicional precio "pivot" de 1,60.
La divisa británica se ve impulsada desde las elecciones de la semana pasada, y ni siquiera unas declaraciones del Gobernador del BoE, Mark Carney, conocidas a primera hora y que aludieron a una fortaleza de la libra que está ralentizando el crecimiento económico de Reino Unido, están pudiendo contener la fuerza de la divisa local.
Distinta es la situación del yen, que se mueve muy poco, a la manera de lo que sucedía en 2012, antes del último impulso devaluatorio de importancia impuesto por el Banco de Japón (BoJ).
En aquel tiempo, los pares del yen mostraban idénticos gráficos que los del dólar, ante la quietud de la divisa nipona. Hoy el esquema es algo distinto, aunque la debilidad de la moneda norteamericana no le alcanza al yen para tomar un impulso que, en nuestra opinión, podría llevarlo a la zona de 112,50 sin muchos problemas.
En cuanto a la agenda del día, tenemos las peticiones semanales de desempleo a las 8:30 del este, y la presentación del presidente del BCE, Mario Draghi, en Washington, a las 11.00.