El hecho más relevante de la semana pasada ocurrió el miércoles pasado, en la reunión que realizó el Comité Económico y de Asuntos Monetarios de la eurozona en Bruselas, durante la que el presidente del BCE, Mario Draghi, brindó un informe en el que se comprometió a examinar la política monetaria en la reunión de diciembre, después de reconocer que los indicios de recuperación de la inflación se han debilitado.
Por ello, el mandatario explicó que mantendrá el programa de compra de activos (QE) más allá de septiembre de 2016, si es necesario, para mantener los objetivos de inflación. También afirmó que la entidad está abierta a utilizar otras herramientas distintas a las usadas hasta ahora para fortalecer el impacto de aquella acción. Pero esas afirmaciones de Mario Draghi empujaron al euro a marcar ese día un mínimo de la semana en 1,0670 dólares.
Mientras, según los analistas económicos privados consultados por The Wall Street Journal, la semana pasada se habría llegado a un acuerdo unánime entre los principales analistas del mercado de que la Reserva Federal (Fed) subirá sus tasas de interés en su reunión de diciembre próximo, después de haberlas mantenido casi en cero en los últimos siete años.
Asimismo, si el ente monetario lo dispone tal como se espera, se cree que no tendrá prisa por volverlas a elevar, no previéndose un segundo incremento antes de marzo, aunque la mayoría de los encuestados piensa que podría hacerlo en la primera mitad del próximo año. Por su parte, la Unión Europea está considerando retrasar en un año la fecha de las reformas de los mercados financieros que debían entrar en vigor en 2017, después de que un miembro de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) dijera a última hora del martes pasado que podría no estar listo para poner estas normas en práctica a tiempo, dado la complejidad y amplitud de las medidas a tomar.
Mientras, el mercado espera con gran expectación la posible decisión del FMI de aprobar este mes la inclusión del yuan, la divisa china, en su canasta de monedas, lo que constituirá un nuevo hecho histórico. En las cinco últimas jornadas el Dólar/Euro se movió entre 1,0670 y 1,0820 y al cierre del viernes pasado en el mercado de New York la moneda única cotizaba a USD 1,0751.
Panorama argentino: el BCRA aumenta levementa la devaluación del Peso
Otro hecho realmente insólito coronó el miércoles pasado la reconocida falta de capacidad profesional que caracteriza a quienes conducen hoy nuestro máximo ente monetario. Ese día, y temprano por la mañana, de manera informal vía whatssapp, como parece ya ser costumbre, desde la mesa del BCRA se informó a todas las entidades bancarias que no podrían realizar durante esa jornada operaciones cambiarias con el dólar estadounidense porque era feriado en los Estados Unidos, en celebración del Día del Veterano.
Y esa medida puso en tela de juicio el real conocimiento de los funcionarios del BCRA sobre las normas que regulan las transacciones cambiarias en cuanto a sus tiempos formales de ejecución. En efecto, la medida que interrumpió la operatoria habitual no debió llevarse a cabo porque las operaciones relacionadas con el comercio exterior habitualmente se realizan mediante la modalidad del “valor hoy”, es decir, que la entrega de las divisas en el exterior recién se consuma al siguiente día hábil de su concertación local, mientras que los pesos equivalentes deben hacerse efectivos en el mismo día, razón por la que la actividad cambiaria no debió ser cancelada ni decretarse un virtual “feriado cambiario”.
Y también fue muy comentada la denuncia judicial que presentaron los diputados Federico Pinedo (PRO) y Mario Negri (UCR), imputando al presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, por presunta defraudación a la administración pública a raíz de las operaciones de venta de contratos de dólares a futuro que realizó la entidad monetaria a precios más bajos de los que se operaban en el mercado, aunque Vanoli insistió en que su propósito apuntaba a "dar certidumbre y evitar la volatilidad en materia cambiaria”.
Y sobre este mismo tema el candidato Mauricio Macri dijo: “Lo fundamental en los primeros días de nuestro gobierno es demostrar que vamos a una Argentina en la que todos sepamos cuáles son las reglas de juego, que se restablezca el elemento central que perdió este gobierno, que es la confianza. Eso significa un equipo que represente credibilidad, trayectoria, honestidad, significa el INDEC independiente, el BCRA independiente, decirle la verdad a la gente".
Por su parte, el candidato oficial, Daniel Scioli, prometió que si logra ganar el ballottage contra Mauricio Macri y llegar a la Casa Rosada, el valor del dólar se ubicará "abajo de los 10 pesos en enero sin ningún problema", siendo realmente increíble esta afirmación. Pero al finalizar la semana, el mercado pudo confirmar que el BCRA habría dispuesto, aunque muy limitadamente, devaluar un poco más nuestro peso frente al dólar.
En efecto, en las cinco últimas jornadas el ente monetario aumentó el precio del peso por un total del 0,5%, cuando en los meses anteriores era ya habitual que lo hiciera en esos períodos por un 0,3%. Así, el Banco Nación fijo el viernes pasado su cierre semanal vendedor de transferencia en $ 9,6240, mostrando en lo que va del mes una devaluación del 0,8% y que suma desde el 2 de enero de 2008 nada menos que un 206%.
Pero el volumen operado entre entidades bancarias cayó un 20% la semana pasada, al sumar USD 1.131 millones, con un promedio diario de USD 226 millones. El BCRA tuvo una árdua tarea para equilibrar la oferta con la demanda, debiendo vender unos USD 610 millones de sus reservas, las que al cierre del viernes quedaron sumando, según dato provisorio, unos USD 26.199 millones, mostrando una caída semanal de USD 511 millones y de USD 711 millones en lo que va del mes.
Las brecha entre el dólar libre y el oficial terminó en el 56,2%. Cabe agregar que el lunes pasado el ente monetario pagó unos USD 250 millones correspondientes al segundo cupón anual de intereses del Bonar 2024, un título público denominado en moneda estadounidense y emitido bajo legislación argentina, como parte de la indemnización que el Gobierno le pagara a Repsol (MC:REP) por la expropiación de YPF (BA:YPFD).