El efecto del primer alza de tipos de interés por parte de la Fed en casi diez años se hizo sentir el jueves. El dólar creció en todos los frentes, en especial ante el euro, que quebró nuevamente la zona de 1,08, en tanto la libra esterlina perdió la cota de 1,49. En yen, por su parte, retomó una tendencia bajista marcada, y si bien se halla lejos aún de sus mínimos del año en 125,80 podría acercarse a dicho valor en los próximos días.
De todas formas, y al margen de las decisiones de la Fed, la baja muy pronunciada del petróleo impacta en los precios de las acciones; por caso, la sesión de Nueva York cerró con pérdidas superiores al 1%, y los índices principales se posicionan con tendencia bajista para el viernes y los próximos días.
El petróleo (WTI) se acerca a sus mínimos de 2009, y por el momento no se aprecian, técnicamente hablando, patrones de cambio de tendencia de corto plazo, más allá de correcciones puntuales que pueda ofrecer. Esta situación castiga duramente al dólar canadiense, que se acerca a 1,40, precio de fuerte resistencia que es el mínimo de mayo de 2004. Por debajo de ese nivel, llegará a su más bajo precio desde agosto de 2003.
El dato de inflación minorista en Canadá resultará, en la sesión americana del viernes, determinante para la tendencia del día del Loonie, que si bien se halla muy sobre vendido, no da señales de recuperación para las próximas horas.
También el peso mexicano se ve afectado por los bajos costos del petróleo, aunque en su caso, la baja se vio atenuada por un alza de tipos de interés por parte del Banco de México, movimiento habitual cuando la Fed hace lo propio.
El yen, en tanto, da la nota destacada de la sesión hasta el momento. Los anuncios de política monetaria del Banco de Japón (BoJ) a primera hora llevaron a la divisa nipona a su mínimo del 3 de diciembre, pero se recuperó firmemente en las horas posteriores. El BoJ anunció la ampliación de la compra de bonos, lo que golpeó al yen, pero con plazos más largos de los que utilizaba hasta ahora; y esto le dio fuerza a la moneda local. Bastante ambiguo, pero lógicas las consecuencias.
De todas formas, esperamos una sesión americana algo más calma, sobre todo después del mediodía de Nueva York, ya en el final de una semana en la que pasó de todo, y que puede ser el punto de partida para un nuevo ataque del dólar, esta vez de más largo plazo.