El euro quebró el jueves un nuevo mínimo multinanual, para situarse por primera vez desde septiembre de 2003 por debajo de 1,10. Esta fue la nota más destacada del día, luego de la presentación del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, al cabo de la reunión de política monetaria que la entidad mantuvo en la víspera.
Si bien no se esperaban anuncios rutilantes, Draghi se encargó de confirmar que desde la semana próxima comenzarán a aparecer los 60 mil millones de euros mensuales que, al menos durante un año y medio, caerán sobre el circuito económico, buscando reactivar a la economía de la eurozona, muy deprimida y en deflación.
El funcionario se mostró cauto aunque optimista, tal vez guiado por el camino exitoso que tomaron, con medidas similares, Estados Unidos desde 2009, Reino Unido desde fechas similares, y Japón desde el más cercano octubre de 2014.
La libra esterlina acompañó, aunque a un ritmo menor, la baja del euro. La divisa británica no tiene tantos desafíos por delante, y podría caer más como consecuencia del desplome del euro que por culpa propia. Y algo similar sucede con el yen, que sin datos tan importantes a la vista, quebró, nuevamente, la zona de 120 unidades, en un movimiento técnicamente previsible.
Así las cosas, los mercados se preparan en estas horas para los datos de empleo de Estados Unidos de febrero, cifras que lucen en principio más modestas que en meses anteriores.
El consenso de analistas del sector habla de una creación de 240 mil empleos el mes pasado, con una ligera baja de la tasa de desempleo al 5,6%, cifras que podrían considerarse muy buenas y suficientes como para apuntalar al fuertísimo dólar de estos tiempos. Pero, Usted sabe: cuando tanto se anuncia algo, es que probablemente no suceda, y a las 8:30 horas del este se verá cuan positivas son las cifras publicadas, y como las tomarán los mercados.
Lo que no debe esperarse, eso sí, es una baja sustancial del dólar. Cualquier dato negativo apenas si impacta en la divisa norteamericana, pero sí se fortalece con informes que lo favorecen. Son ciclos que a veces parecen más largos de lo que realmente son, y que lentamente van perdiendo fuerza. Pero no es el caso de estos días, precisamente.
Como fuera, los datos de empleo suelen ser muy movidos, y como de costumbre, terminarán por definir la tendencia del día, en una semana que una vez más tiene como claro ganador al dólar.