Dentro de que seguimos estando dentro de una tendencia alcista en el largo plazo, lo que está quedando claro es que el verano está cumpliendo con su papel de erraticidad y consolidación que le ha caracterizado en otras ocasiones. Pienso que, de momento, podemos estar tranquilos, aunque cierto es que están siendo unos meses bastante complicados, al menos desde mi punto de vista, para seguir avanzando en las carteras, partiendo de dicho enfoque alcista. De hecho, el ratio acierto/error se ha visto reducido por esta circunstancia, al menos en mi caso particular. Sin embargo, hay que insistir que este comportamiento más irregular se está convirtiendo en algo exclusivo de Europa. Si uno se fija al otro lado del charco, lo de seguir marcando máximos históricos, sigue siendo una costumbre que no nos pilla por sorpresa. Cualquier de los tres índices, Dow Jones, S&P 500 o el propio Nasdaq (que nos dio un buen susto el mes pasado) tuvieron una semana pasada de cerrar bocas.
Ello coincide con la fuerte depreciación que ha sufrido el dólar y que, como he leído en algún que otro artículo, podría estar detrás de esta diferencia de velocidades en Europa y Estados Unidos. Lo cierto es que la divisa norteamericana se ha depreciado más del 3% en julio, hasta para a la resistencia en torno a 1.17, con la que está coqueteando, cuya ruptura podría llevar el cambio próximo a 1.20.
Esta semana, de cara a los intereses de la bolsa española, es una semana cargada de resultados empresariales. Creo que va a ser un importante factor ya que de aquí podría salir uno de los elementos catalizadores que tirasen del IBEX hacia arriba o, por lo menos, que no restase más. Hoy hemos vuelto a marcar mínimos por debajo de los 10.400 (hemos conseguido salvarlos al final de la jornada), lo que nos vuelve a acercar a la banda baja del canal bajista del último trimestre, o lo que identificamos como una bandera, teórica figura continuista de la tendencia iniciada el verano pasado. Ese viaje pausado hacia los 10.800 que parecía haberse iniciado hace dos semanas, parece haber detenido su rumbo, aunque no podemos descartar verlos en agosto. Lo que si parece más claro, es que la visita a los 10.200 puntos y a la directriz alcista del último año, gana cada vez más enteros, acompañado también por los últimos ajustes a la baja en Europa, en bolsas como el DAX, rompiendo soportes (en torno a 12.300) y cerrando su gap de abril o con un Eurostoxx perforando su directriz de los últimos 12 meses y jugando con el suelo de corto plazo de los 3.435. En definitiva, visto lo sucedido los últimos días, seguimos teniendo recorrido a la baja.