Así de rotundo, independientemente de los acontecimientos económico, comerciales y sociales que pueda haber por ahí fuera. No va a suceder. No es porque lo diga yo, sino porque sencillamente, a estas alturas, en un mundo desarrollado como el nuestro, en una Europa vinculada económica y políticamente entre otros campos, no cabe la posibilidad de que el Ibex se desplomara.
Obviamente, todo puede ocurrir, y si ocurriera y le vieramos en los 7.000-8.000 puntos estaríamos hablando de una situación mucho más ruinosa que la de los últimos años.
El retroceso ha sido correctivo por la histeria mediática de quien usa los medios para asustar y no precisamente con mala fe, sino de aquellos que solo ven en los acontecimientos desencadenantes ruinosos y escenarios kafkianos. Es fruto de la ignorancia y el poco temple, así es casi todo.
Afortunadamente, el mercado por sí sólo se ajusta y retoma el equilibrio y pondera las fuerzas por el lado correcto. La tendencia es al alza en el medio y largo plazo, insisto.