Nos quedan cuatro días de bolsa de un mes de diciembre, que esta vez sí, ha traído bajo el brazo un suculento rally. Ha permitido en muchos casos y, tal vez ahí tenga su explicación, mejorar la foto de muchas carteras, gestores, fondos, especialmente con exposición por esta zona. Ha entrado mucho volumen apoyado de algunos datos positivos y líderes anunciando medidas estimuladoras para el mercado, como comentábamos en el último post en relación a la coyuntura presente y futura. Lejos de meternos en estimaciones apoyadas en fundamentales, técnicamente la situación es mucho más tranquilizadora que hace sólo un mes y que decir de verano. Ni la lógica toma de beneficios de la que estamos hablando últimamente y que daría mucho mayor empaque a esta tendencia, se está produciendo. Hemos tenido una pequeña corrección consolidativa coincidiendo, en nuestro caso, con el gap tan desilusionante como el que empezamos el 2016, pero hasta ahí. La fortaleza de la que hacen gala las bolsas esta siendo envidiable.
No obstante, desde mi humilde opinión, puede que queramos cerrar el año en esta misma línea, pero sigo pensando que tenemos que tener cuidado con el siguiente movimiento. Yo estoy aprovechando a recoger ganancias, que están llevando a mi cartera a superar el +14% real, porque soy más partidario de una recogida de beneficios más fuerte, a parte de que entramos en otro momento más bajo, aprovechando otras circunstancias. El IBEX, como hemos comentado, se ha encontrado con el hueco de principios de año de 9.440/9.538. La reacción obvia es la que ha tenido, descansar, tras subir más de un 10% desde los mínimos del mes. Esta en un momento ideal para cerrarlo y tomar luego un auténtico descanso, para seguir el ascenso, de seguir y respetar la directriz alcista. Apuesto por ello, como sigo apostando que deberíamos cerrar los gaps "Draghi" y apoyarnos en los 8.900. Para mi sería lo ideal, aunque mientras sigamos enchufados es difícil que lo veamos. Es posible que tengamos que esperar ya al 2017.