Una severa bajada sufrieron las principales acciones del NYSE el martes, desde el mediodía de Nueva York. Las monedas europeas acompañaron este movimiento, que hizo cambiar, al menos en el corto plazo, las tendencias alcistas que traían.
Un conjunto de versiones, noticias y presunciones ha enrarecido de nuevo a los mercados, que ven como lentamente el buen clima que se veía a mediados de septiembre se va disipando, y da lugar a una nueva ola de temores respecto a lo que viene en Europa.
La reunión entre la Canciller alemana Angela Merkel y el Primer Ministro griego Samaras no dejó nada nuevo. Merkel volvió a mostrarse favorable a que Grecia permanezca dentro del euro, y Grecia pidió más plazo para cumplir lo que no podrá cumplir. En esas idas y vueltas se pasan los días en el Viejo Continente.
El dato de empleo de Estados Unidos conocido el viernes, que mostró, aunque en forma muy suspicaz, una baja importante de la tasa de desocupación, esta vez no sirvió para mantener la alegría mucho tiempo. Sin embargo, el alza del dólar muestra que, una vez más, la primera economía del mundo se posiciona por delante del resto de los bloques económicos, los cuales, principalmente la eurozona, no muestran señales de reacción ante la crisis.
Es notable el caso del dólar. El QE3 no parece tener efecto. La Fed inunda de dólares los mercados, pero la moneda americana siempre sobrevive, y se niega a caer, cuando todo está dado para que ello ocurra. Lejos quedan los tiempos en que se especulaba con que el euro sería el reemplazante natural del dólar en los negocios internacionales, ¿verdad?
Promediando la sesión europea del martes, el dólar pierde algunas posiciones ante las monedas principales, pero no su tendencia alcista de corto plazo. El quiebre de 1,2915 en el cruce EUR/USD, de 1,6040 en GBP/USD o de 0,9380 en USD/CHF podrían alentar dicha posibilidad, aunque no se ve demasiado cercano que ello ocurra.
El Libro Beige de la Fed será el dato a seguir durante la sesión americana. No se espera demasiado tampoco esta vez. Con el QE3 en marcha, y sin fecha de vencimiento, con la tasa de interés más quieta que nunca, y con la inflación casi nula, la visión de los funcionarios norteamericanos se centrará sobre todo en la lentitud de la recuperación económica, y también en la sensible mejora del mercado laboral.