Por primera vez desde 2003, el crudo WTI perdió el martes la cota de 30 dólares por barril. Claro que "aquellos" 30 dólares no son los mismos de ahora. Con un 1,5% de inflación promedio en Estados Unidos a nivel anual, no solo han perdido valor, sino que los costos en dólares para los productores son sensiblemente más altos que en aquella época.
El mercado del petróleo está agitando, una vez más, los ánimos de los inversores. Esto, más un comienzo de año con sobresaltos en China está generando movimientos encontrados en el dólar en su cruce con los activos líderes. En ese contexto, la libra esterlina se presenta muy débil, estirando sus pérdidas de las últimas jornadas, en tanto el euro y el yen se muestran algo más firmes, sobre todo la moneda nipona.
Pero también la actual situación lleva a las divisas ancladas al petróleo a mínimos de más de una década en el caso del dólar canadiense, y directamente mínimos históricos, como el peso mexicano, entre otras monedas latinoamericanas.
¿Qué final puede tener esta situación? Por el momento no se ve claro que el petróleo recupere terreno más allá de algunos dólares a modo de corrección. Son muchos los que opinan que podría llegar a 20 dólares por barril próximamente, una jugada por tendría que ver con la oferta y demanda, y mucho con aspectos especulativos en contra de las compañías que se volcaron a la producción mediante la modalidad de fracking en Estados Unidos. Muchas de ellas ya atraviesan serias dificultades financieras.
Las divisas principales se ven más atadas a la suerte de la bolsa de China, que a su vez presenta jornada de movimientos erráticos y volátiles. Está visto que una baja de los índices chinos lleva a los inversores a refugiarse en bonos nominados en euros y yenes, con sus respectivas alzas, y una relajación en el clima bursátil de la segunda potencia mundial inmediatamente afecta a estas monedas.
Pero también la Fed juega su papel, y precisamente a las 2:00 pm del Este se conocerá el Libro Beige, un compendio de opiniones oficiales de los banqueros centrales que componen el sistema de la Reserva Federal, y que de algún modo anticipan los pasos que dará el organismo en su próxima reunión de política monetaria. De allí es que el movimiento del dólar, a esa hora, se acelerará en forma pareja, sin tantas diferencias como las que se ven en la sesión asiática cada día, y a veces también en horario europeo.
Los inventarios semanales de petróleo completan el calendario, esta vez con los ojos de los mercados puestos sobre esta materia prima. Los pronósticos de estos inventarios rara vez se cumplen, y es por eso que conviene aguardar la publicación de la cifra para tomar posiciones.