El mercado hipotecario se contrae en 2013, principalmente por la diversificación en el el crédito de los institutos de vivienda.
La desaceleración frena el ritmo de crecimiento del crédito que otorga la banca comercial, pero no lo detiene.
La crisis de las desarrolladoras públicas de vivienda no impacta en forma generalizada al resto de la industria.
Para reactivar el mercado de la vivienda, potenciar la demanda tendrá mayor impacto que estimular el crecimiento de la oferta
2013 ha sido un año complejo para la economía, la industria de la construcción y el mercado de vivienda. La desaceleración en el ritmo de actividad ha sido importante, pues el PIB pasó de registrar tasas de crecimiento de 4.3% en promedio entre 2010 y 2012, a 1% en el primer semestre del año actual, en términos reales. En lo externo, influye un menor ritmo de crecimiento de las exportaciones no petroleras, que de crecer a tasas de 17.6% en el periodo referido, en 2013 lo han hecho a 2.1%. Sin
embargo, ha sido el componente interno el que más ha contribuido a explicar las tendencias recientes.
En el primer año de una administración es común observar un cierto rezago en el ejercicio del presupuesto, además de que, viniendo de un periodo electoral, el gasto es menor que el del año previo, especialmente en lo que hace a inversión en obra pública. Este componente, que representa cerca de
una cuarta parte del PIB de la construcción (24% en promedio durante los últimos cinco años), acumula tres trimestres con tasas anuales reales negativas del orden de 3.5%.
Por el lado de edificación, el otro componente importante del sector (aporta cerca del 65% al PIB de la construcción), la parte residencial se ha ajustado a la baja. Aunque algunas empresas enfrentan una situación financiera crítica, lo cierto es que la industria en general enfrenta un nuevo entorno. Las razones tienen que ver con la diversificación de las alternativas de financiamiento en el Infonavit, hacia las remodelaciones; un mejor nivel de conocimiento de los afiliados al instituto sobre las opciones que tienen para usar su ahorro para vivienda; inventarios acumulados de años previos; así como también, una mayor participación de la vivienda usada en el total de créditos.